sábado, 31 de diciembre de 2011

Jesús: su origen y su familia

Hola a todos:

En primer lugar, Felices Fiestas y Feliz 2012 a todos. Veré si el próximo año puedo escribir con más frecuencia, aunque tengo una vida muy ajetreada

Estando en fechas navideñas, voy a compartir unas reflexiones sobre Jesús tratando, como de costumbre, de ser neutral.

1. ¿Cuándo nació?

Es imposible saberlo con certeza, pero se sabe que no nació en el año 0 (que no existió nunca, se pasó del -1 al 1), siendo el cómputo actual un error del fraile Dionisio el Exiguo.

Los evangelios de Mateo y Lucas nos dicen que nació en tiempos del Rey Herodes el Grande, que murió el año -4. Por lo tanto, aunque es imposible saberlo, se estima que pudo haber nacido hacia el 5 o el 6 a.C (o a.e.c, como prefiráis)

Sobre la época del año, es imposible saberlo por falta de datos, pero es improbable que fuese un 25 de diciembre. Estadísticamente, hay una posibilidad entre 365 de que naciese ese día. Esa fecha se eligió para "competir" con religiones paganas, cristianizando sus fiestas.

En el Evangelio de Lucas, se relaciona el nacimiento de Jesús con un censo que tuvo lugar siendo Quirino gobernador de Siria. Sobre esta cuestión, hubo un censo que provocó un levantamiento armado encabezado por Judas el Galileo, pero ese censo no afectó a Galilea y tuvo lugar el año 6 d.C. Muchos creen que Lucas cometió un error humanamente comprensible y otros han buscado explicaciones para intentar conciliar estos hechos (que hubo un censo anterior, etc.), pero este tema del censo daría para escribir mucho y voy a dejarlo abierto.

2. ¿Cuándo murió? ¿Con cuántos años?

La fecha de su muerte lo dejaré para las fechas en las que los cristianos conmmemoran su muerte, pero adelanto que fue el año 30 o el 33. Daré los argumentos y mi opinión personal en su momento.

En cuanto a su edad, la tradición dice que murió a los 33 años, pero eso es imposible.

Esta creencia popular se debe a que el Evangelio de Lucas dice que, cuando Jesús empezó a predicar, tendría "unos 30 años" y que, como el Evangelio de Juan narra 3 fiestas de Pascua durante la vida pública de Jesús,  hay que sumar tres años a los 30.

Sin embargo, nótese que Lucas no dice que Jesús tuviese 30 años, sino que esa era su edad aproximada. Por otra parte, aunque el Evangelio de Juan es muy simbólico y poco fiable en muchos aspectos (aunque muy fiable en otros), se dice que Jesús no tenía 50 años. Teniendo en cuenta las fechas estimadas de su nacimiento y de su muerte, es posible que viviese cerca de los 40 años. 

3. ¿Dónde nació?

Esta pregunta puede parecer absurda.

Los textos de Mateo y Lucas dicen que nació en Belén, aunque el primero da a entender que tenían allí una casa mientras que el segundo narra que nació allí por accidente a causa de un viaje motivado por un empadronamiento.

El Evangelio de Marcos, lo mismo que Pablo de Tarso, no dicen nada al respecto pero, si solo tuviésemos el texto de Marcos, pensaríamos que nació en Nazaret.

En cuanto al Evangelio de Juan, resulta ambiguo porque el autor o autores (muchos ponen la mano en el fuego afirmando que es obra de dos o más plumas) utiliza la ironía. Tenemos este diálogo que es, evidentemente, irónico, pero que es interpretado de forma distinta por quienes defienden la tradición y por quienes sostienen que nació en Nazaret:

Muchos entre la gente, que le habían oído estas palabras, decían: «Este es verdaderamente el profeta.»
Otros decían: «Este es el Cristo.» 
Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?» (Jn. 7:40-42)

Hay, sin embargo, otro texto que, aunque también ambiguo, apunta más bien a que Jesús era de Judea, aunque insisto en que el texto es ambiguo y poco claro:

[Jesús] abandonó Judea y volvió a Galilea...Pasados los dos días, partió de allí [Sícar, Samaria] para Galilea.  Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. (Jn. 4:3, 43-44)

Los favorables a la hipótesis de Nazaret, suelen argumentar que Jesús era conocido como nazareno y no como Jesús de Belén.

Para acabar, no me pronunció y dejo que cada uno piense lo que quiera.

4. ¿Quiénes eran sus padres? ¿Qué sabemos de ellos?

Esta pregunta sí es más fácil responder. Sus padres se llamaban José y María y, según los evangelios, eran de Nazaret. 

De la madre de Jesús se sabe muy poco. Sobrevivió a su hijo y la última noticia fiable de ella es que participaba en la oración comunitaria con los apóstoles y otras personas después de la muerte de Jesús (Hch. 1:14)

Sobre María hay diversas tradiciones: que sus padres se llamaban Joaquín y Ana, su presentación en el Templo, que murió rodeada de los apóstoles y subió al cielo en cuerpo y alma... pero, dejando a parte que la última cuestión es de fe y no de historia, esas tradiciones están contenidas en textos muy tardíos y poco fiables. Los textos en cuestión son considerados apócrifos por las confesiones cristianas pero, curiosamente, están en la base de algunos dogmas católicos y gracias a ellos debemos excelentes obras de arte como la impresionante Dormición de la Virgen de Caravaggio.

En cuanto a José, esta es la escasa información que tenemos:

- Era de Nazaret (Jn. 1:45)
- Al parecer, murió antes de que Jesús comenzase su vida pública.
- Era tekton, palabra griega que suele traducirse erróneamente como "carpintero" y que sería más correcto traducir como "constructor". En el siglo I, es probable que un tekton como José realizase trabajos de albañil, tal vez carpintero y quizás incluso de arquitecto (archi tekton)

Seguiremos. Saludos cordiales

lunes, 12 de diciembre de 2011

Pablo de Tarso (III): su conversión

Aproximadamente hacia el año 36, tuvo lugar un hecho que cambiaría la historia del cristianismo: la conversión de San Pablo, que el nunca llama "conversión" sino "vocación" o "llamada".

            Saulo (o Pablo) de Tarso era un joven fariseo que se dedicaba a perseguir y encarcelar cristianos y que acabó pasándose al enemigo para convertirse en el mayor difusor de la joven iglesia. Veamos lo que cuenta él mismo de su pasado:
Yo soy el último de los apóstoles: indigno del nombre de apóstol, porque perseguí a la Iglesia de Dios (1 Corintios 15:9)
Fariseo según la ley, perseguidor celoso de la iglesia (Filipenses, 3:6)
Estáis enterados de mi conducta anterior en el Judaísmo, cuán encarnizadamente perseguía a la Iglesia de Dios y la devastaba y cómo sobrepasaba en el Judaísmo a muchos de mis compatriotas contemporáneos, superándoles en el celo por las tradiciones de mis padres (Gálatas 1:13-14)
Según los Hechos de los Apóstoles, la conversión de Pablo fue de este modo:

De repente le rodeó una luz venida del cielo, cayó en tierra y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” El respondió: “¿Quién eres, Señor?” Y él: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer.”… Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. (Hechos 9: 3-8)
Como puede verse, la famosa caída del caballo se debe a la iconografía, pues no aparece en los textos y se trata de un anacronismo

En sus cartas, Pablo no narra su conversión, pero dice algo muy interesante. Por un lado, declara haber visto a Jesús. Ejemplos:  en último término [Jesús] se me apareció también a mí, como a un abortivo” (1 Corintios 15:8); “¿acaso no he visto yo a Jesús?” (1 Corintios 9:1)
Por lo tanto, si presumimos que no miente, podemos afirmar que vio algo que interpretó que era Jesús. Y hay algo más, lo que vio e interpretó como Jesús, no parece que fuese una visión de un hombre normal, pues dice que Jesús tiene un cuerpo "glorioso" (Filipenses 3:21)
También tenemos en sus cartas un testimonio de primera mano muy interesante: 
Sé de un hombre en Cristo que hace catorce años - si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe - fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y sé que este hombre...  fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede pronunciar…Y por eso, para que no me engría con la sublimidad de esas revelaciones, fue dado un aguijón a mi carne (2 Corintios 12:2-7)
¿Se refiere este texto a su conversión? Es posible, aunque no seguro. La mayor dificultad es la cronología, aunque Pablo emplea en sus cartas números simbólicos como el tres, el catorce (dos veces siete), cuarenta menos uno, etc.
Su conversión se ha intentado explicar científicamente. Así, se ha sugerido que pudiera tratarse de epilepsia del lóbulo temporal derecho, enfermedad que puede provocar que se vean luces y sensaciones placenteras. Se cree que esta es la explicación científica de los éxtasis de Santa Teresa.
El inconveniente de esta hipótesis es que en este tipo de alucinaciones suelen ser interpretadas de acuerdo con las creencias personales de uno mismo, mientras que, en el caso de Pablo, su visíon (por no ser médico, quiero evitar términos como "alucinación") fue interpretada como el líder de los hombres y mujeres a los que perseguía pasándose al enemigo.
La hipótesis científica favorita de los simpatizantes de los movimientos new age -aunque el primero en proponerla fue un psicólogo no sospechoso de esoterismo cuyo nombre no recuerdo- es que Pablo tuvo una experiencia cercana a la muerte.
La imagen típica de estas experiencias, que unos interpretan como un tránsito al más allá y otros como alucinaciones provocadas por el cerebro moribundo y con explicación científica, es una luz al final de un tunel, aunque hay algo más. Así, en la prestigiosa revista médica The Lancet el Dr. Pim van Lommel, cardiólogo holandés, escribió que: 
·        Transforman a la persona que las vive. Y lo hace en un sentido positivo.
·        Casi la mitad de ellos percibe un florecimiento enriquecedor de sus relaciones personales, una inquietud por la búsqueda de respuestas trascendentales y una entrega absoluta hacia los demás.
·        Además, casi dos de cada tres pierden el miedo a la muerte.
·        Como dato más que significativo, el 70 % se separan de su pareja sentimental un tiempo después (Pablo estaba soltero, no tenía interés en el matrimonio y recomendaba no casarse). 
·        En realidad, transforman tanto que después de vivirlas surgen otras personas que encajan mejor con las nuevas inquietudes, porque quien las vive es una persona diferente desde la experiencia.
          Uno que es historiador y no médico, no se atreve a pronunciarse. Me limito a aportar los datos que tenemos sobre su conversión -probablemente escasos para un diagnóstico médico- y algunas de las hipótesis propuestas.

Saludos cordiales,

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Pablo de Tarso (II): su obra escrita

Si miramos el índice de cualquier Biblia o Nuevo Testamento, vemos que se atribuyen a Pablo 14 cartas. Las 13 primeras están ordenadas en orden decreciente, de la más extensa (Romanos) a la más breve (Filemón), prescindiendo de criterios cronológicos. Sin embargo, la número 14, a los Hebreos, es muy extensa y rompe el orden. ¿Por qué? Muy sencillo. Las 13 primeras cartas están encabezadas por el nombre de Pablo, pero Hebreos es anónima. Se incluyó en el Corpus Paulinum por el simbolismo del nº 7, adjudicando a Pablo 14 cartas, dos veces 7. De hecho, ni autores cristianos antiguos como Orígenes o Tertuliano la consideraron paulina. 

De las 13 restantes, hay consenso, aunque no unanimidad, en que solo 7 son de Pablo, tal y como escribí en el artículo anterior: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses y Filemón. Las otras 6 fueron escritas por admiradores suyos tras su muerte y firmadas en nombre del maestro. Sobre esta cuestión, en aquella época ocurría lo contrario a la actual, en la que a uno le gusta atribuirse obras. En ese momento, para un falsario era un honor hacer un escrito firmándolo con el nombre del maestro y que los demás se lo creyeron.

¿Por qué se recurrió a la pseudonimia? Muy sencillo, las generaciones posteriores a Pablo se encontraron con problemas nuevos y, para combatirlos, algunos realizaron escritos intentando hacer creer que eran de Pablo u otro maestro de prestigio (p.e la Segunda Epístola de Pedro no es de Pedro y, la primera, muy probablemente tampoco lo sea) para darles autoridad.

Según la Guía para Entender el Nuevo Testamento, del profesor Dr. Antonio Piñero, aproximadamente un 90% de los expertos, con independencia de sus creencias religiosas, considera que hay 7 epístolas auténticamente paulinas. El 10% restante se reparte entre quienes consideran que escribió menos (así, la Escuela de Tubinga defiende que solo escribió 4; esta posición es muy minoritaria y se considera anticuada) o más, variando el número entre 8 y 13.

¿Por qué consideran los filólogos que 6 epístolas canónicas son pseudo-paulinas? Fundamentalmente, por estos motivos:

1- El estilo de las 7 epístolas indiscutiblente paulinas es inconfundible, mientras que el estilo de las 6 restantes tienen estilo distinto.

2- El vocabulario es distinto o, a veces, emplean las mismas palabras que Pablo pero dándoles un significado distinto. Por ejemplo, en las 7 paulinas Pablo habla mucho de "iglesia" en el sentido de asamblea o reunión, mientras que en otras cartas habla de iglesia como un cuerpo místico.

3- Existen contradicciones irreconciliables entre algunas cartas paulinas y pseudo-paulinas. Por ejemplo, en 1 Corintios (paulina), Pablo recomienda no casarse, aunque tampoco pone objeciones a quién quiere hacerlo. Sin embargo, en 1 Timoteo (pseudo-paulina) se escandaliza de que algunos predican a los hombres que no se casen. Otro ejemplo, también en 1 Corintios Pablo ve normal que las mujeres profeticen en las reuniones religiosas, mientras que en 1 Timoteo prohibe que la mujer enseñe y ordena que se mantenga en silencio.

4- Las epístolas pseudo-paulinas contienen datos autobiográficos que no hay por donde encajarlos con lo que sabemos realmente de Pablo.

Además de que solo 7 cartas son auténticamente paulinas, estas tienen algunas interpolaciones o glosas añadidas por escribas. Se discute mucho acerca de si determinados versículos son o no interpolados pero, a falta de consenso, no me atrevo a exponerlos, máxime no siendo filólogo.

Sí puedo mencionar unos versículos en los que sí parece haber acuerdo mayoritario, aunque no unánime, en que no son paulinos:

1- "[los judíos]éstos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas y los que nos han perseguido a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres, impidiéndonos predicar a los gentiles para que se salven; así van colmando constantemente la medida de sus pecados; pero la Cólera irrumpe sobre ellos con vehemencia" (1 Tesalonicenses 2:15-16)

Estos versículos son muy sospechosos por la alusión a la cólera  que recaé sobre los judíos (¿un anacronismo?) y porque, en otros lugares, Pablo se siente orgulloso de ser judío. Un ejemplo: "¿Que son hebreos? También yo lo soy. ¿Que son israelitas? ¡También yo! ¿Son descendencia de Abraham? ¡También yo!" (2 Corintios 11:22)

2- "Las mujeres cállense en las asambleas; que no les está permitido tomar la palabra antes bien, estén sumisas como también la Ley lo dice. Si quieren aprender algo, pregúntenlo a sus propios maridos en casa; pues es indecoroso que la mujer hable en la asamblea." (1 Corintios 14:34-35)

Estos versículos también son muy sospechosos por varias razones. Por un lado, interrumpe el hilo del tema. Pablo está hablando de la profecía y del don de lenguas en las asambleas y, de repente, inserta estos versículos que interrumpen el hilo. Invito a los lectores/as a leer sin intermediarios el Capítulo 14 y juzgar si se lee mejor con o sin esos versículos.

Pero, además, se contradicen con lo que dice esa misma carta en su Capítulo 11, en la que pide que la mujer se cubra la cabeza cuando ore o profetice. ¿Cómo puede una mujer al mismo tiempo profetizar y estar callada?

Además de estos, otros autores han señalado otros versículos como sospechosos, pero estos parecen ser los más claramente espurios.

Por último, una curiosidad. Pablo no escribía las cartas, sino que las dictaba. En una de ellas, podemos conocer el nombre del -me da la sensación- simpático amanuense: "os saludo en el Señor yo, Tercio, que he escrito esta carta" (Romanos 16:22). Por lo general, solía escribir las últimas líneas y, así, en algunas cartas podemos leer (hablo de memoria) algo así como "el saludo va de mi mano". ¿Por qué? Es probable que tuviese un defecto de visión. Así, en la Epístola a los Gálatas, al parecer escrita de su mano, dice "mirad con qué letras más grandes os escribo" (Gálatas 6:14)

Saludos cordiales,


lunes, 31 de octubre de 2011

Pablo de Tarso (I): Pablo precristiano

El origen del Cristianismo no puede entenderse sin la figura de Pablo de Tarso, alguien de quién ni siquiera los mitistas -los que consideran que Jesús no existió- dudan de su existencia. En efecto, los que en este blog he calificado de negacionistas serios y los no serios, dan por hecho que Pablo existió y le atribuyen la invención del Cristianismo

Sobre Pablo, tenemos las siguientes fuentes:

- Hechos de los Apóstoles. Se trata de una fuente indirecta.

- 7 cartas firmadas con el nombre de Pablo y con un mismo estilo. Estas cartas son: 1 Tesalonicenses, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Filipenses, Filemón y Romanos. En estas cartas, hay algunos datos autobiográficos de interés para reconstruir su figura.

En ocasiones, Hechos se contradice con alguna de las cartas. En estos casos, hay que dar más fiabilidad a lo escrito por Pablo en primera persona frente a Hechos, que es de segunda mano.

En el Nuevo Testamento, también hay 6 cartas firmadas con el nombre de Pablo, pero hay consenso, aunque no unanimidad, en que son escritos pseudónimos escritos por discípulos de Pablo en nombre del maestro con posterioridad a su muerte. La cuestión es si de estas cartas, pese a ser falsas, puede extraerse algún dato fiable.

Del Pablo precristiano, tenemos la siguiente información:

1. Nació en Tarso, provincia de Cilicia, actual Turquía. La fuente es Hechos. En sus cartas nada dice, aunque no hay muchos motivos para dudar de este dato, que no tiene gran interés teológico. Veredicto mío: casi seguro.

2. Su nombre originario era Saulo (del hebreo Saúl). La fuente también es Hechos y no sus cartas, aunque tampoco hay motivos para dudar de ello, sobre todo teniendo en cuenta que Saúl no de los personajes del Antiguo Testamento más favorecidos. Veredicto: casi seguro.

No hay acuerdo en si Pablo (o Paulo) era un apodo adquirido al bautizarse (práctica común entre los cristianos o, por lo menos, algunos de ellos) o un segundo nombre, pues era frecuente en ese ambiente el uso de nombres compuestos. 

3. Según Hechos, cuando tuvo lugar el asesinato de Esteban, hacia el año 34, era "joven". En la Epístola a Filemón, escrita a mediados de los 50, se califica de "viejo". Es probable, por tanto, que naciese hacia el año 10 de nuestra era, aunque no puede decirse nada con seguridad.

4. Según Hechos, era ciudadano de Roma de nacimiento, por haber nacido en Tarso. En sus cartas guarda silencio al respecto.

Muchos dudan de la veracidad de este dato por su silencio y porque fue azotado por varas, lo cual estaba prohibido practicar a los ciudadanos de Roma. Frente a este hecho, otros argumentas que, según fuentes de la época, en ocasiones se violaba la ley (todavía hoy se tortura en muchos sitios pese a ser la tortura ilegal) y que algunas frases de Pablo se explican mejor si era ciudadano de Roma. Por ejemplo, la recomendación que hace a los cristianos romanos de respetar a los gobernantes, según algunos se explican mejor si se considera que es ciudadano de Roma. Igualmente, a los filipenses, que eran todos ciudadanos de Roma (Filipos era una colonia repoblada por veteranos), les dice "somos -1ª persona del plural- ciudadanos del cielo"-

Veredicto: probable.

5. Era fariseo y de la tribu de Benjamín. Es un dato que figura en sus cartas y en Hechos. No veo motivos serios para dudarlo, máxime teniendo en cuenta lo mal parados que salen los fariseos en los evangelios.

6. Fue educado en Jerusalén y fue discípulo de Gamaliel. Estos datos, que figuran en Hechos y no en sus cartas, son muy discutidos. Suele argumentarse en contra que, según su carta a los Gálatas, bajó a Jerusalén tres años después de su conversión y no era conocido más que de oídas.

Sin embargo, este argumento no es decisivo. Jerusalén tenía entonces entre 50.000 y 80.000 habitantes. No es imposible que se formase allí y que después fuese a vivir a Damasco. Teniendo en cuenta la población de Jerusalén, es verosímil que no fuese conocido. Yo mismo trabajo en una ciudad de 70.000 habitantes y no soy conocido pese a que algunas veces he sido entrevistado en algunos medios de comunicación locales. Veredicto: probable, pero no seguro.

Lo que sí es más seguro del Pablo precristiano es que fue perseguidor de cristianos, dato que él mismo menciona en sus cartas en tres ocasiones, aunque no dice "cristianos" sino "iglesia de Dios" (Pablo no pretendía crear una nueva religión)

Ahora bien, ¿en dónde tuvieron lugar sus persecuciones? En Hechos se dice que comenzó en Jerusalén, llegando incluso a tomar parte en el asesinato de Esteban y que, de allí, con autorización del Sanedrín, fue a Damasco, teniendo lugar su conversión cerca de esta ciudad.

Sin embargo, esta postura es difícilmente sostenible. Dejando al margen la cuestión de si el Sanedrín de Jerusalén podía darle poderes para actuar en Damasco, si hubiese comenzado sus persecuciones en Jerusalén, sería conocido pero, como hemos dicho, solo lo era de oídas. Veámoslo:

"Personalmente no me conocían las Iglesias de Judea que están en Cristo. Solamente habían oído decir: «El que antes nos perseguía ahora anuncia la buena nueva de la fe que entonces quería destruir». Y glorificaban a Dios a causa de mí." (Gal. 1:22-24)
Además, tenemos otro dato de primera mano. En este mismo capítulo de Gálatas, Pablo narra que, después de su "conversión" (aclaro que Pablo nunca utiliza este término, sino el de vocación o llamada) "me fui a Arabia, de donde nuevamente volví a Damasco" (Gal. 1:17). Si "volvió" a Damasco, es que estaba antes allí, por lo que lo más lógico es pensar que sus persecuciones tenían lugar en esta ciudad y que fue allí y no en los alrededores en donde tuvo la experiencia que le hizo pasarse al enemigo.

¿Miente Lucas o se equivoca al situar las primeras persecuciones de Pablo en Jerusalén? Según los cánones actuales, mentiría pero, según los cánones del siglo I, tal vez no. El libro de Hechos es un libro de religión, no de historia -lo que no impide que puedan extraerse de él abundantes datos históricos- y su autor no pretende hacer un trabajo historicista. El primer libro de Lucas, comienza y acaba en Jerusalén, siguiendo un plan circular. El segundo libro, empieza en Jerusalén y acaba en Roma. Por la importancia de Jerusalén, el autor quiere situar a su héroe, Pablo, en esta ciudad. ¿Mentira o simbolismo? Me inclino por lo segundo.

Seguiremos 

lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Quiso Jesús crear una nueva religión? ¿Y sus discípulos? ¿Y Pablo de Tarso?

Actualmente, el Cristianismo es una religión basada en Jesús pero, ¿pretendió Jesús crear una nueva religión diferente al Judaísmo?

La respuesta la tenemos en los propios evangelios:
  • El Dios de Jesús es el mismo Dios de los judíos:
    •   "Acercóse uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?»  Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas" (Mc. 12:28-30)
  • Jesús enseña en las sinagogas.
  • Jesús no se opone al culto en el Templo, aunque lo relativiza:
    •  "Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda." (Mt. 5:23-24)
  • Jesús afirma no haber venido a abolir la ley y los profetas sino a dar cumplimiento (Mt. 5:17). 
  • Jesús viaja a Jerusalén en las fiestas religiosas judías y frecuenta el Templo.
  • Jesús menciona frecuentemente a los profetas judíos, especialmente a Isaías.
  • Jesús no se opone nunca frontalmente a la ley judía y recomienda practicarla:
    • Cuando Jesús cura a un leproso le dice: "Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés" (Mc. 1:44)
En definitiva, Jesus nació, vivió y murió como judío practicante y no pretendió en ningún momento crear una nueva religión. Como experto religioso que era, lo que sí pretendía era interpretar la ley mosaica dándole lo que consideraba que era su verdadero sentido. Por ejemplo, cuando realiza curaciones en sábado y se lo reprochan, afirma que el sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado. Con ello no pretendía romper una regla de la religión judía, sino interpretarla.

Tras la muerte de Jesús y la creencia de sus discípulos de que había sido resucitado por Dios, tampoco se creó una nueva religión. Hechos de los Apóstoles nos muestra a los primeros cristianos acudiendo regularmente al Templo, se dice que hay fariseos y sacerdotes entre los primeros miembros de la comunidad (lo que quiere decir que se podía ser al mismo tiempo fariseo o sacerdote judío y cristiano) y, hacia el final del libro, los cristianos de Jerusalén dicen a Pablo: 

 "Ya ves, hermano, cuántos miles y miles de judíos han abrazado la fe, y todos son celosos partidarios de la Ley" (Hch. 21:20)
Por lo tanto, los primeros cristianos eran judíos que creían que Jesús era el Mesías y que había sido resucitado por Dios, pero no pretendían crear una nueva religión.

Y, en fin, Pablo de Tarso, tampoco pretendió romper con el Judaismo al dirigirse hacia los gentiles. En sus cartas reclama ser judío e israelita (p.e 2 Cor. 11:22) y lo que pretendía era atraer a los gentiles al Judaísmo liberándoles de cumplir la circuncisión y otras normas mosaicas, pero no se oponía a que los judíos que creían que Jesús era el Mesías siguieran practicando las normas judías, como se aprecia claramente leyendo la larga Epistola a los Romanos. 

Por último, un pequeño apunte, el autor de Hechos de los Apóstoles se esfuerza en mostrar al lector que los cristianos no son una nueva religión: los creyentes en que Jesús es el Mesías son denominados "hermanos" o "discípulos" y se refiere a su fe como "el Camino", el término "cristianos" es utilizado por los de fuera del grupo (Hch. 11:26, 26:28) y pone en voz de Pablo lo siguiente:

"Te confieso que según el Camino, que ellos llaman secta, doy culto al Dios de mis padres, creo en todo lo que se encuentra en la Ley y está escrito en los Profetas y tengo en Dios la misma esperanza que éstos tienen, de que habrá una resurrección" (Hch. 24:14-15)
"Por la esperanza de Israel llevo yo estas cadenas" (Hch. 28:20)
Entonces, ¿cómo pasó el Cristianismo a ser una nueva religión? No resulta fácil responder a esta pregunta. Por un lado, a medida que pasaba el tiempo se fue divinizando cada vez más a Jesús y, por parte de los judíos, tras la destrucción del Templo se aprobó en un concilio que tuvo lugar en Jamnia expulsar a quienes confesasen que Jesús era el Mesías.

Saludos cordiales

viernes, 12 de agosto de 2011

Curiosidades: el enigmático discípulo conocido del Sumo Sacerdote

Tras mis vacaciones, después de haber tocado temas más o menos profundos como la existencia de Jesús o su progresiva divinización, hoy voy a tocar un tema menos profundo, aunque intentaré hacerlo con seriedad.

El tema que hoy quiero tratar es el de un misterioso discípulo de Jesús que solo menciona el Evangelio de Juan y que aparece en el famoso pasaje de las negaciones de Pedro. Tras narrar el arresto de Jesús y la huída de los discípulos, el texto en cuestión dice:
"Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Este discípulo era conocido del Sumo Sacerdote y entró con Jesús en el atrio del Sumo Sacerdote, mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. 
Entonces salió el otro discípulo, el conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera e hizo pasar a Pedro. La muchacha portera dice a Pedro: «¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?» Dice él: «No lo soy.»..." (Jn. 18:15-17)
La mayoría de las Biblias españolas traduce que el discípulo era conocido del sumo sacerdote (ambos se conocían, aunque no necesariamente eran amigos), aunque en la traducción del jesuita y filólogo Juan Mateos se traduce como "conocido al sumo sacerdote" (el sumo sacerdote conocía al discípulo, aunque no necesariamente a la inversa), en la línea de las traducciones al inglés, que dicen mayoritariamente "known to" y solo una minoría dice "known of".

Muchos exégetas piensan que este misterioso discípulo es el mismo "discípulo amado" -sobre el cual quiero tratar en el futuro-, aunque otros piensan que se trata de una persona distinta, pero no voy a tratar esta cuestión, al menos por ahora.

Como he escrito al principio, este personaje es citado por el Cuarto Evangelio pero está ausente en los sinópticos. Esto puede deberse a tres motivos:

1. Se trata de un personaje inventado por el autor.
2. Es un personaje real, pero los autores de los sinópticos desconocen su existencia.
3. Es un personaje real conocido por los autores de los sinópticos pero, por alguna razón, omitido.

Para decantarnos por alguna de estas opciones, vamos a comparar los evangelios de Marcos -por ser el primero en escribirse- y de Juan. Antes quiero aclarar que suele considerarse como hecho histórico el que Pedro negase a Jesús, pues resulta difícil pensar que un cristiano en su sano juicio se invente una historia que deja en muy mal lugar al príncipe de los apóstoles.

Marcos 14:54, 66-68
Juan 18:15-17
También Pedro le siguió de lejos, hasta dentro del palacio del Sumo Sacerdote, y estaba sentado con los criados, calentándose al fuego…

Estando Pedro abajo en el patio, llega una de las criadas del Sumo Sacerdote y al ver a Pedro calentándose, le mira atentamente y le dice: «También tú estabas con Jesús de Nazaret.» Pero él lo negó…
           
Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Este discípulo era conocido del Sumo Sacerdote y entró con Jesús en el atrio del Sumo Sacerdote, mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. 

Entonces salió el otro discípulo, el conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera e hizo pasar a Pedro. La muchacha portera dice a Pedro: «¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?» Dice él: «No lo soy.»...


Supongamos que el discípulo conocido del Sumo Sacerdote no existió. Pedro no entró en su palacio con Jesús, puesto que le seguía de lejos. ¿Cómo entró ahí? ¿Se encontró la puerta abierta o dio unos golpecitos para entrar? Si llamó a la puerta, ¿qué excusa dijo para que le dejasen entrar?  ¿Y cómo es que Pedro anda como Pedro por su casa -permítaseme el juego de palabras- calentándose al fuego con los criados?

Personalmente, me parece más convincente la versión de Juan. Pero, además, hay otro motivo más por el que me parece muy verosímil que existiese. Si releemos el texto de Mc. 14:67, vemos que una criada le dice a Pedro que él TAMBIÉN estaba con Jesús. Si Pedro fue el único discípulo que andaba por ahí, ¿cómo se explica ese "también"? Hay dos explicaciones posibles:

1. Marcos oculta al discípulo conocido del Sumo Sacerdote, pese a conocer su existencia.
2. La idea de la pregunta sería: "¿eres tú, como aquellos otros, uno de sus discípulos?". Esta es la opinión del gran teólogo Raymond Brown.

Pese a mi admiración por Brown, no me convence su respuesta porque me parece algo forzada y creo más natural que la criada comparase a Pedro con el enigmático discípulo conocido del Sumo Sacerdote.

En resumen, creo que es más probable que este misterioso personaje haya existido realmente y que, por alguna razón, es omitido.

Para acabar, en esta escena hay algo que me parece intrigante y es la relación de ese discípulo con la casa del Sumo Sacerdote. Por un lado, parece tener una relación de confianza con sus criados y, de hecho, el Evangelio de Juan es el único que nos dice el nombre del criado al que Pedro cortó una oreja (y también el único que identifica a Pedro como el agresor, pues los sinópticos lo mantienen en el anonimato) y, en la tercera negación, identifica a uno de los criados como pariente de la víctima de Pedro. Pero, ¿y con el Sumo Sacerdote? Según parece, el discípulo entró con Jesús, pero no permaneció con él durante todo el interrogatorio sino que enseguida fue expulsado, siendo entonces cuando intervino para que pasase Pedro. Entonces, yo me pregunto: ese discípulo conocido del (o al) Sumo Sacerdote, ¿entró con Jesús voluntariamente o fue detenido y luego puesto en libertad?

La imaginación es libre. 

jueves, 7 de julio de 2011

La divinización de Jesús (III): Evangelio de Juan y otros escritos

Evangelio de Juan 

Hasta ahora, hemos visto que para Pablo de Tarso y los autores de los evangelios sinópticos, Jesús es Señor e Hijo de Dios, pero no Dios en el sentido de Nicea.

El Cuarto Evangelio es distinto. Para empezar, conviene aclarar que este libro es obra de al menos dos autores y que tuvo varias ediciones, tema que espero tratar en este blog. Por eso, nos encontramos con frases de Cristología baja y de Cristología alta.

Es este evangelio el único en el que se dice expresamente que Jesús es Dios. En primer lugar, en el Prólogo se dice:
"En el principio existía la Palabra (o Verbo) y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios...y la Palabra se hizo carne" (Jn. 1:1, 14)
También hay otro pasaje en el que se puede inferir que el autor considera que Jesús es Dios, aunque este es más ambiguo. Me refiero a la famosa duda de Tomas, en la que el apóstol dice a Jesús resucitado: "Señor mío y Dios mío" (Jn. 20´:28), aunque hay quienes interpretan que llama Señor a Jesús y después invoca a Dios.

Epístolas pseudo-paulinas y otros textos

Como he dicho en una entrada anterior, solo 7 de las 13 epístolas que se atribuyen a Pablo proceden realmente de su dictado. Las otras 6, fueron escritas después de su muerte por discípulos suyos. En estas cartas, tenemos contradicciones. Así, por ejemplo, el autor de la Primera Epístola a Timoteo no parece considerar Dios a Jesús cuando dice:

"Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también" (1 Tm 2:5)
 Sin embargo, parece que se considera plenamente la divinidad de Jesús en otra epístola pseudo-paulina:
"Aguardando la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo" (Tt 2:13)
Algunas biblias "trinitarias" traducen "del Salvador", diferenciando así entre Dios y el Salvador. Sin embargo, la traducción que hemos puesto es la literal. Otra cuestión es como interpretar este versículo

Por último, también parece que se proclama la divinidad de Jesús en la Segunda Epístola de Pedro, en la que el autor (sobre el que existe consenso, incluso entre teólogos cristianos, en que no es Pedro) dice:
 "...por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo" (2 Pe 1:1) 
En esta ocasión, la traducción parece ser que es discutible. Así, la católica Biblia de Jerusalén dice en una nota a pie de página sobre este versículo: "O: "de nuestro Dios y del Salvador Jesucristo"

Al margen del Nuevo Testamento, cabe decir que en el siglo II hubo varios cristianismos. Para algunos, Jesús no era realmente un hombre (docetistas), para otros no era Dios (ebionitas y nazarenos), mientras que, en fin, la corriente que triunfó consideraba a Jesús Dios y hombre.  

En resumen, concluimos con que Jesús nunca dijo de sí mismo que fuese Dios, sino que llegaron a esta conclusión sus partidarios a través de un largo proceso que culminó en Nicea.

Al respecto, cada lector puede pensar libremente lo que quiera, con todos mis respetos.

Saludos cordiales, 
 
 

 


martes, 28 de junio de 2011

La divinización de Jesús (II): los evangelios sinópticos

Después de haber visto que Pablo considera a Jesús "hijo de Dios" pero no "Dios", continuaremos con los evangelios sinópticos

Evangelio de Marcos

 El primer evangelio en ser escrito, el de Marcos, no considera que "Hijo de Dios" y Dios sean sinónimos. 

  • En dos ocasiones, en el bautismo de Jesús y en su transfiguración, una voz de Dios llama a Jesús "hijo amado" 
  • En un exorcismo, el espíritu inmundo distingue entre Dios e Hijo de Dios como dos cosas distintas: "¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes." (Mc. 5:7) No parece que el espíritu conjure a Dios para que Dios deje de atormentarlo.
  • Jesús niega expresamente ser Dios: "Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios

Evangelio de Mateo

La Cristología del Evangelio de Mateo no es diferente a la de Marcos. Jesús es Hijo de Dios pero niega ser Dios.

Puede alegarse que Mateo incluye la concepción virginal de María, por lo que considera a Jesús divino desde su nacimiento. Sin embargo, no parece que la intención de su nacimiento milagroso sea demostrar que Jesús era "Dios", sino relacionarlo con un texto de Isaías. Así, para Mateo, Jesús nació de una mujer virgen como cumplimiento de una profecía. De hecho, el objetivo principal de este Evangelio es demostrar que Jesús es el Mesías, más que su divinidad.

Evangelio de Lucas y Hechos de los Apóstoles

El Evangelio de Lucas tampoco parece ser diferente a los de Marcos y Mateo. También narra la concepción virginal de María, pero eso no supone necesariamente que Jesús sea divino. Así, en la famosa anunciación a María, el ángel dice: 

"Él será grande, LE LLAMARÁN Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre [nótese la diferencia clara entre Dios y Jesús]...el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso, el que va a nacer será santo y LE LLAMARÁN Hijo de Dios"
Si miramos ahora Hechos de los Apóstoles, obra del mismo autor, se puede comprender un poco mejor cómo comenzó a considerarse a Jesús Hijo de Dios. Según este libro, Pedro y Pablo afirman que Jesús era un profeta y un hombre excepcional que fue resucitado por Dios y exaltado, pero no Dios mismo. Veamos los textos pertinentes

"Israelitas, escuchad estas palabras: A Jesús, el Nazoreo, hombre acreditado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo por su medio entre vosotros... vosotros le matasteis clavándole... Dios le resucitó librándole de los dolores del Hades...Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros  veis y oís" (Hechos 2:22 y ss)
"El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando éste estaba resuelto a ponerle en libertad...Dios le resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos  de ello...Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús, a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus santos profetas. Moisés efectivamente dijo: El Señor Dios os suscitará un profeta como yo de entre vuestros hermanos; escuchadle todo cuanto os diga." (Hechos 3:15 y ss)

"De la descendencia de éste `David], Dios, según la Promesa, ha suscitado para Israel un Salvador, Jesús...sin hallar en él ningún motivo de muerte pidieron a Pilato que le hiciera morir...Pero Dios le resucitó de entre los muertos...También nosotros os anunciamos la Buena Nueva de que la Promesa hecha a los padres Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito en los salmos: = Hijo mío eres  tú; yo te he engendrado hoy. ="  (Hechos 13:22 y ss)
En resumen, para los autores de los evangelios sinópticos, Jesús no era Dios durante su vida terrenal, sino un enviado de Dios prometido a través de los profetas que fue asesinado y, tras su muerte, fue resucitado por Dios, quién lo exaltó.

Continuaremos. Saludos cordiales

viernes, 17 de junio de 2011

La divinización de Jesús (I): Pablo de Tarso

Me solicita un amable lector que trate acerca de la divinización de Jesús. Hoy en día, para la gran mayoría de los cristianos considera a Jesús divino, aunque existen grupos cristianos minoritarios que consideran a Jesús Mesías pero no Dios. Los más conocidos de estos cristianos "unitarios" son los Testigos de Jehová, pero no son los únicos. En el Cristianismo primitivo también hubo comunidades cristianas que negaban la divinidad de Jesús como los ebionitas y, en una época intermedia, tenemos el caso notable de Miguel Servet, que se consideraba a sí mismo un auténtico cristiano pero fue condenado a la hoguera por considerar la Trinidad un error.

La divinización de Jesús no fue algo instantáneo sino que fue fruto de un proceso cuya explicación podría dar lugar, probablemente, a una Tesis Doctoral. En este artículo voy a tratar brevemente acerca de como trata de la divinidad de Jesús el Nuevo Testamento sin intención de adoctrinar, dejando que cada lector piense lo que quiera.

Hijo de Dios

En el Nuevo Testamento hay unanimidad en considerar a Jesús "Hijo de Dios". Ahora bien, ¿Hijo de Dios = Dios? No necesariamente. Hacia el siglo VIII existió en España una herejía denominada Adopcionismo que consideraba que Jesús era hijo adoptivo de Dios, en la cultura greco-romana hubo varios Hijos de Dios mitológicos (Hércules, Perseo, etc.) o reales (Octavio Augusto) y, en fin, en la cultura judía en la que surge el Cristianismo, se llamaba Hijo de Dios a quién tenía una relación especial con Dios. Así, en el Salmo 2:7, atribuido a David, se dice:

"Voy a proclamar el decreto del Señor:  Él me ha dicho: "Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy."
A continuación, vamos a ver si los distintos autores del Nuevo Testamento interpretaban que Jesús era Dios.

Epístolas paulinas

Aunque en los índices de cualquier Biblia se atribuyen a Pablo de Tarso 13 epístolas (14 si contamos la anónima  Hebreos), en realidad hay consenso en que solo 7 de esas cartas son auténticamente paulinas:  Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses y Filemón.

En estas cartas, Pablo utiliza con frecuencia el binomio Dios-Jesús (o el Señor), pero distinguiendo claramente ambos. Según su teología, Jesús fue convertido en Hijo de Dios a través de su resucitación por Dios, pero siempre distingue entre Dios Padre -el único Dios- y su hijo. Ejemplos de muestra: 

"Para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros" (1 Cor. 8:6) 
"Pablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol por vocación, escogido para el Evangelio de Dios, que había ya prometido por medio de sus profetas en las Escrituras Sagradas, acerca de su Hijo, nacido del linaje de David según la carne, constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos, Jesucristo Señor nuestro" (Romanos 1:1-4)
"Os convertisteis a Dios, tras haber  abandonado los ídolos, para servir a Dios vivo y verdadero y esperar así a su Hijo Jesús (1 Tes. 1:9-10)
No obstante, en la Epístola a los Filipenses existe un himno (posiblemente prepaulino) ambiguo que admite distintas lecturas

"El cual [Jesús], siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre" (Flp. 2:5-11)
En la Biblia de Jerusalén se admite que hay dos interpretaciones posibles. Según una de ellas, Jesús sería preexistente y, según la otra, el texto no trataría de la encarnación sino que estaría realizando una comparación de Jesús con Adán. Literalmente, se dice lo siguiente:

"Tradicionalmente ha sido interpretado en función de un esquema de descenso-ascenso divino, según el cual la kénosis de Cristo fue la renuncia a su gloria divina con el fin de vivir una vida humana y asumir el sufrimiento. Sin embargo, su estructura se basa manifiestamente en el esquema bíblico de la humillación seguida de la exaltación, según el cual un justo atribulado es premiado por Dios. Es, pues, más probable que Jesús, como segundo o último Adán, sea implícitamente puesto en parangón con el primer Adán".
Como soy enemigo de adoctrinar, os cito unos libros en los que pueden verse interpretaciones distintas:

    Continuaremos. Saludos cordiales

    viernes, 3 de junio de 2011

    ¿Existió realmente Jesús? Los evangelios

    En el artículo anterior, vimos que Pablo creyó tratar con un hermano de Jesús y con personas a las que consideraba fedatarias de Jesús.

    Además de las cartas de Pablo, tenemos los evangelios que, evidentemente, no son libros históricos sino libros religiosos que pretenden propagar una fe. Ahora bien, aunque son libros apologéticos, ¿puede extraerse de ellos datos históricos o la historicidad del personaje central?

    La respuesta es afirmativa. En general, los historiadores consideramos que es más sencillo explicar el Cristianismo considerando la existencia real de Jesús (si era Dios, si resucitó, etc. es harina de otro costal que pertenece al mundo de las creencias), pues las hipótesis alternativas que hemos citado en páginas anteriores resultan más complicadas.

    Pero, además, hay un argumento que, curiosamente, es utilizado sobre todo por autores agnósticos o ateos. Siendo el Cristianismo una religión centrada en un hombre, estos autores no creyentes afirman que es inverosímil inventarse un personaje de forma que les cause problemas para defenderlo. Los ejemplos más clásicos son el bautismo de Jesús -que puede interpretarse en el sentido de que Juan es superior a Jesús o que Jesús se sentía pecador- y la propia muerte en la cruz del Mesías que, según Pablo, era "escándalo para los judíos y necedad para los gentiles" (1 Cor. 1:23) 

    Otro argumento curioso a favor de la existencia de Jesús se basa en las diferencias que surgieron muy pronto entre los cristianos. Por ejemplo, Pablo y Mateo son defensores de Jesús, pero mantienen puntos de vista muy diferentes sobre si seguía vigente o no la Ley de Moisés. Según el profesor Antonio Piñero, si Jesús hubiese sido un invento, sería lógico esperar que se lo hubiesen inventado de forma más uniforme.

    Finalizo este artículo con unas citas sobre la existencia de Jesús, todas ellas de autores no creyentes:

    “No parece creíble, aunque nada sea inverosímil en cuestiones históricas, que la polémica ideológica que recorre el Nuevo Testamento en torno a su protagonista principal hubiera sido un capricho de la imaginación teológica o del arte narrativo de un grupo de improvisadores. Ningún líder de un movimiento de renovación, en algunos puntos revolucionario, es un líder inventado." (Gonzalo Puente Ojea)
    "No parece nada razonable pensar que en un lapso de tiempo de unos setenta años, escritores distintos, de distintas localidades geográficas, algunas bastante alejadas entre sí, se ponen de acuerdo para inventar un personaje, un auténtico mito religioso por hipótesis, con una cierta unidad y unas notables variaciones a la vez. Este proceso histórico parece inverosímil e improbable." (Antonio Piñero) 
    "En el entusiasmo de sus descubrimientos la alta crítica ha aplicado al Nuevo Testamento pruebas de autenticidad tan severas que cien personajes antiguos —por ejemplo, Hammurabi, David, Sócrates— se desvanecerían en la leyenda. A pesar de los prejuicios y las ideas teológicas preconcebidas de los evangelistas, ellos registran muchos sucesos que meros inventores hubieran dejado fuera, como la rivalidad que había entre los apóstoles por tener altos puestos en el Reino, cuando huyeron después que Jesús fue arrestado, la negación de Pedro [...] Nadie que lea de estas escenas puede dudar que la figura tras ellas sea real" (William James Durant)
    Saludos cordiales,

    martes, 31 de mayo de 2011

    ¿Existió realmente Jesús?: Pablo de Tarso y Jesús

    Como ya hemos visto, uno de los argumentos de los mitistas serios y de algunos pseudo-científicos para negar la existencia de Jesús es que Pablo de Tarso no parece saber nada de Jesús y que su figura se hunde en un pasado indefinido.

    Es cierto que las cartas de Pablo no dan mucha información sobre Jesús, pero hay que tener en cuenta que sus cartas son para lo que son: para responder preguntas de sus lectores, para darles ánimos o gracias por algo, para reprenderles, etc. Tomemos por ejemplo la Primera Epístola a los Corintios. En los primeros capítulos Pablo reprocha a sus lectores que formen partidos y, después, responde a las preguntas que le hacen. Esperar que en sus cartas hable de la biografía de Jesús es pedir demasiado.

    En las cartas de Pablo se dan estos datos de Jesús (no entro a valorar si estos datos son o no ciertos): era hijo de mujer según la ley, del linaje de David, tenía hermanos, llamaba a Dios "Abba-Padre", fue traicionado, tuvo una cena especial la noche en que fue entregado, fue crucificado por los príncipes de este mundo, fue sepultado y resucitó.

    No es mucho. Sin embargo, sabía más de lo que decía en sus cartas. Por ejemplo, como dije hace unos días, Pablo pidió a sus lectores que fuesen imitadores de Jesús, lo que quiere decir que los lectores sabían como era la persona a la que debían imitar.

    En cuanto a su localización en el tiempo, Pablo nos da una pista:

    "Luego, de allí a tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas y permanecí quince días en su compañía. Y no vi a ningún otro apóstol, y sí a Santiago, el hermano del Señor...Luego, al cabo de catorce años, subí nuevamente a Jerusalén...y les expuse el Evangelio que proclamo entre los gentiles - tomando aparte a los  notables - para saber si corría o había corrido en vano...y reconociendo la gracia que me había sido concedida, Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos tendieron la mano en señal de comunión a mí y a Bernabé: nosotros nos iríamos a los gentiles y ellos  a los circuncisos"  (Gal. 1:18,19, 2:1-2, 9)
    De Pablo, se han dicho muchas cosas, pero no que fuese esquizofrénico. Sobre esta cuestión, alguien nada sospechoso de simpatizar con el Cristianismo como el ateo militante Gonzalo Puente Ojea, en su libro La existencia histórica de Jesús en las fuentes cristianas y su contexto judío dice lo siguiente:

    "Pablo de Tarso, de cuya existencia real nadie ha podido seriamente dudar, afirma que «Santiago, Pedro y Juan, tenidos por columnas de la iglesia, nos dieron la mano a mí y a Bernabé en señal de comunión» (Gál 2,8). Si Pablo pudiese creer que estaba negociando con personas no tenidas por él como testigos y fedatarios auténticos del Cristo Jesús, cuando todavía no se habían escrito los cuatro Evangelios canónicos, habría que pensar de él que era un personaje irreal y fantástico creado por algún escritor esquizofrénico. Pero a nadie se le ha ocurrido aún plantear esta hipótesis de un Pablo chiflado. El verdadero problema no se refiere a saber si existieron realmente Jesús, Santiago y Pablo, pues así fue, sino qué pensaban exactamente los dos primeros acerca de la aventura mesiánica y de su catastrófico desenlace." (pág. 50)

    En definitiva, está claro que Pablo sí conoce de la existencia de un Jesús cercano en el tiempo.

    Seguiremos con esta serie, que todavía no ha acabado.

    Saludos cordiales

    martes, 24 de mayo de 2011

    ¿Existió realmente Jesús? Fuentes no cristianas

    Queridos lectores:

    Por el momento, no voy a tratar más de posturas pseudo-científicas, aunque no descarto hacerlo en el futuro si algún comentarista trae alguna a colación. Antes que nada, aunque este blog está abierto a comentarios y al diálogo, ruego que los comentarios que se inserten guarden relación con el tema del artículo.

    Hoy vamos a tratar sobre las fuentes no cristianas acerca de Jesús, comenzando por el llamado Testimonio Flaviano, del historiador judío Flavio Josefo.

    En su obra Antigüedades Judías, contiene dos párrafos, disputados, sobre Jesús, a saber:

    1. “Por ese tiempo existió Jesús, un hombre sabio, [si es que hay que llamarlo hombre] Era, en efecto, hacedor de obras extraordinarias y maestro de hombres que acogen con placer la verdad. Atrajo a sí a muchos judíos y también a muchos griegos. [Él era el mesías (cristo)] Aunque Pilato, por denuncias de los hombres principales entre nosotros, lo castigó con la cruz, no lo abandonaron los que desde el principio lo habían amado. [Él, en efecto, se les apareció el tercer día nuevamente vivo, pues los divinos profetas habían ya dicho éstas y otras muchas cosas admirables acerca de él.] Y todavía ahora sigue existiendo la tribu de los que por éste son llamados cristianos” (XVIII.3.3).

    2.  "Ananías era un saduceo sin alma... convocó a los jueces del Sanedrín y trajo ante él a Jacobo, [hermano de Jesús, llamado Cristo] y a otros, acusándolos de haber violado la Ley y los entregó para que los lapidaran." (XX.9.1)

    Sobre estos párrafos se ha discutido mucho acerca de si son auténticos o espurios. Comenzando por el primero, en un trabajo publicado por el profesor Dr. Peter KIRBY en 2001, entre 1937 y 1980 hubo 4 autores que consideraron que todo el texto era auténtico, 13 que era totalmente falso y 35 que el texto es auténtico pero con añadidos cristianos. Entre 1980 y 2001, 10 de los 13 libros que han tratado sobre este pasaje consideran que es auténtico pero con interpolaciones cristianas (las indicadas entre corchetes) y 3 que es totalmente falso. Casualmente, esos 3 autores son defensores de la inexistencia de Jesús.

    Aporto un enlace en inglés con el artículo del Dr. KIRBY 
    En este artículo, se citan de forma exhaustiva los argumentos a favor y en contra del Testimonio Flaviano, por lo que no voy a extenderme mucho y, como no pretendo adoctrinar y quiero que los lectores reflexionéis sobre lo que escribo, os invito a leerlo con atención.

    En general, hay consenso en que las frases señaladas entre corchetes son interpolaciones cristianas porque resulta inverosímil que salgan de la pluma de un judío fariseo. Además, Orígenes de Alejandría escribió que Josefo no creía que Jesús era el Mesías (Contra Celso I.47).

    La mayoría de los autores, considera que el texto presenta un núcleo auténtico, pues las ideas y el estilo es típico de Josefo y porque así se explica la posterior referencia a un hermano de Jesús. Además, el profesor Dr. Antonio Piñero señala otro argumento interesante:

    "Casi ningún investigador menciona el final del texto sobre Jesús que sirve de empalme con el siguiente y que me parece iluminador:

    Y por el mismo (tiempo de Jesús) ocurrió otra cosa terrible (héteron ti deinón) que causó gran perturbación entre los judíos (griego: ethorýbeei toùs ioudaíous).

    Me parece que esta pequeña anotación es iluminadora. De ella se trasluce que el núcleo del testimonio de Flavio Josefo sobre Jesús estaba dentro de una lista de personajes y sucesos tristes y malos que impulsaron a los judíos a la desastrosa sublevación del 66 d.C.
    "

    Aunque no soy filólogo, me convence más la hipótesis mayoritaria por varios motivos: me extraña que un cristiano llame a su comunidad "tribu", porque el estilo -según dicen los expertos- es de Josefo y, sobre todo, porque si no hubiese escrito sobre Jesús, Orígenes no hubiese escrito que Josefo no creía que Jesús fuese el Mesías.

    Ahora bien, si a un texto de Josefo le han hecho añadidos, creo que también es posible que le hubiesen hecho retoques. Así, creo que, en lugar de decir "era el Cristo", pudo haber dicho algo así como "era llamado Cristo" pues, de lo contrario, no se entiende por qué la "tribu de los cristianos" recibe ese nombre por Jesús.

    En cuanto al párrafo sobre Jacobo, el artículo del Dr. KIRBY también contiene todos los argumentos que se han dado a favor y en contra de la autenticidad de la alusión a Jesús. En opinión del autor, un argumento muy fuerte a favor de su autenticidad es que en la literatura de los primeros cristianos sobre Jacobo, a quién llamaban "el Justo", no se le solía mencionar como hermano de Jesús.

    Junto a Flavio Josefo, existes otras fuentes no cristianas. Sin embargo, su valor es escaso porque se trata de testimonios indirectos o de textos que demuestran la existencia de cristianos, pero no de Jesús. Veamos estas fuentes:

    1. Publio Cornelio Tácito (61-117 d.C.), tratando sobre el incendio de Roma dice:
    Para cortar los rumores, Nerón señaló como culpables, y castigó con la mayor crueldad, a una clase de hombres, aborrecidos por sus vicios, a los que la turba llamaba cristianos. [Cristo, de quien tal nombre trae su origen, había sufrido la pena de muerte durante el reinado de Tiberio, por sentencia del procurador Poncio Pilato, y] la perniciosa superstición fue contenida durante algún tiempo, pero volvió a brotar de nuevo, no sólo en Judea, patria de aquel mal, sino en la misma capital (Roma), donde todo lo horrible y vergonzoso que hay en el mundo se junta y está de moda. (Anales XV, 38-44)

    En general, se admite que este texto es auténtico, aunque una minoría opina que la frase señalada entre corchetes es una interpolación. Si así fuese, lo único que demuestra el texto es que había cristianos en Roma hacia el año 64 en número suficiente para ser conocidos.

    2. Suetonio (muerto en el 160 d.C.)
    En su obra Vidas de los Césares, hay dos breves noticias sobre los cristianos: una, en la Vita Claudii (25,4), versa sobre la expulsión de los judíos de Roma en estos términos:
    Como los judíos provocaban continuos tumultos a instigación de Chrestus, los expulsó de Roma.
    De este testimonio surge una duda: ¿Se refiere a Jesús-Cristo o a un individuo llamado Chrestus o Chrestos? Casi con certeza se refiere a Cristo, pues Tertuliano (160-220 d.C.) dice que los gobernantes romanos pronunciaban erróneamente chrestianus por christianus (Apologético 3).

    Por consiguiente, en todo caso puede deducirse del texto que los cristianos existían en Roma en el 41 d.C.

    La segunda noticia se encuentra en la Vita Neronis (16,2), donde Suetonio refiere la misma noticia: que los cristianos seguían una nueva y maléfica superstición, que fueron expulsados de Roma por edicto de Claudio (41-54).

    Junto a estos, también existen otros testimonios indirectos, como un extracto de una Carta de Mara bar Serapion de valor histórico dudoso y un informe a Trajano de Plinio el Joven en el que trata acerca de los cristianos, pero no sirve de testimonio directo a favor de la existencia de Jesús.

    Recomiendo a los lectores la lectura del trabajo antes citado sobre el Testimonio Flaviano y, en cuanto al resto de fuentes no cristianas, para profundizar, la lectura del libro ¿Existió realmente Jesús? 

    Saludos cordiales

    jueves, 19 de mayo de 2011

    ¿Existió realmente Jesús? Posturas pseudo-científicas (II): jugando a paralelismos

    Hola a todos:

          Sigo exponiendo algunas posturas negacionistas de la existencia de Jesús pseudo-científicas que no pueden meterse en el mismo saco que los negacionistas honrados (Bauer, Drews, etc.)

         Algunos autores esotéricos, sabiendo que a mucha gente le gusta las teorías de la conspiración, han propuesto que Jesús es una copia de personajes históricos. Que yo sepa, se ha dicho que es una copia de Julio César, de mitos egipcios y de Juan de Gamala. Por lo general, la respuesta de los especialistas serios, tanto creyentes como no creyentes, ha sido hacerles el vacío y no responderles por aquello de que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio o, como dijo Groucho Marx, no discutir nunca con un tonto. De estos imaginativos autores, voy a centrarme en dos de ellos, cuyas posturas exponen en el libro colectivo ¿Existió Jesús realmente? mencionado aquí

         El primer autor que voy a comentar de esta línea, para olvidarnos cuanto antes de él, es el italiano Francesco Carotta, autor de un libro titulado Was Jesus Caesar?, en el que defiende que Jesús es una copia de Julio César. Algunos de sus argumentos son:

    • Parecidos históricos: ambos cruzaron un río, fueron traicionados, asesinados y divinizados, etc.
    • Parecidos en algunos nombres en los relatos de César y Jesús: Galia/Galilea y Corfinium/Cafarnaum.
    • Leves parecidos en algunas frases de Jesús y de César. La coincidencia más parecida es la siguiente: Quien no está en ninguna parte, está de mi parte (César) / Quien no está contra nosotros, está con nosotros (Jesús).
         Podría refutarse con muchos argumentos: que muchos parecidos están cogidos por los pelos, que son muchos más los nombres diferentes que los parecidos, que no fueron los únicos personajes en ser traicionados, que uno fue asesinado por el poder y otro estando en el poder, que también podemos encontrar parecidos entre Hitler y Napoleón, etc., etc. En lugar de ello, invito a los lectores a que lean sin intermediarios este resumen de su postura:

         Amable lector/a: te ruego que abras este documento y que vayas a la página 5 del mismo. En esa página podrás leer lo siguiente: "Sin embargo, siguiendo adelante comparando las dos diégesis hasta el fin del EVANGELIO DE MARCOS, se continúa observando los mismos paralelos: A Bitinia corresponde Betania, a Nicomedes Nicodemus, a Mária María, a Casio Longinos el centurión Longinos, etcétera."

        Una vez que has comprobado que no miento, con ayuda de Google, si lo deseas, puedes realizar esta búsqueda. ¿Aparece Nicodemo mencionado en el Evangelio de Marcos? ¿Y el centurión Longinos? ¿Se menciona a este personaje en alguno de los 27 libros del Nuevo Testamento? Si la respuesta a estas tres preguntas es "No", entonces resulta que el autor miente deliberadamente. Solo con esa mentira queda desacreditado su "trabajo".

         En segundo lugar, voy a citar al matrimonio formado por Llogari Pujol y Brigitte Carcenac. Ambos sostienen que Jesús es una copia de relatos egipcios. Un resumen de su obra puede verse en este enlace: http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php/2007/08/03/p109416#more109416. También invito a leer sin intermediarios el capítulo suyo en el libro citado más arriba.

          Puesto que mi tiempo es limitado, no voy a detenerme en su refutación. Me adhiero a la opinión que expresa el profesor Antonio Piñero en las conclusiones de su libro: los paralelismos están cogidos por los pelos. Yo mismo leí Sinuhé el Egipcio, una de las obras que se menciona en el enlace y, por mucho que me fijé, no encontré ninguno de los paralelismos que cita el autor. Otras críticas que pueden hacerse son las siguientes:

    • El autor omite los textos relativos a Jesús que no tienen paralelismo con Egipto.
    • Como se tendrá ocasión de exponer en este blog, ninguno de los evangelios se escribió en Egipto.
    • El autor no da argumentos para desmentir que las enseñanzas y la ética de Jesús tienen un marco claramente judío.
    • No explica satisfactoriamente el surgimiento del Cristianismo y, a diferencia de los negacionistas serios, no propone hipótesis sobre cómo, cuándo y por qué surgió.
        Por otra parte, al leer sin intermediarios el capítulo redactado por Llogari Pujol para ese libro, coordinado como dije por un Catedrático de Universidad experto en Historia del s. I, me llamó la atención que no mencionaba una serie de argumentos que mencionó a un periodista (aporto la entrevista y una refutación). Siendo mal pensado, creo que el autor se daría cuenta de que el editor, siendo experto en la materia, podría darse cuenta de sus falsedades y, por eso, jugar a buscar paralelismos cogiéndolos por los pelos omitiendo las groseras mentiras que dijo en los medios.  

             Saludos cordiales

    domingo, 15 de mayo de 2011

    ¿Existió realmente Jesús? Posturas pseudo-científicas (I): el Jesús cósmico de Earl Doherty

    Después de haber hecho un rápido repaso por las posturas de autores que, honradamente, han creído que Jesús (repito, un predicador judío, sin entrar en las creencias particulares de cada uno, que respeto) no existió, vamos a dedicar unas páginas a panfletos que niegan la existencia de Jesús en "trabajos" sin el más mínimo rigor histórico pero que, desgraciadamente, han tenido cierto eco. Comenzamos con Earl Doherty.

           Este personaje se ha hecho famoso gracias a Internet y no se sabe de él casi nada, salvo que es canadiense. En su página web dice que tiene un título (degree) en lenguas clásicas, sin mencionar por qué universidad, lo cual es sospechoso. En alguna web se ha dicho que un libro suyo titulado El rompecabezas de Jesús es una Tesis Doctoral, lo cual es mentira, puesto que no figura en las bases de datos de tesis doctorales de Estados Unidos y Canadá. Su fama, como digo, se debe única y exclusivamente a Internet, pues no hay ningún especialista que lo haya tomado en serio.

    Si G.A. Wells dice, como se ha visto, que Pablo habla de un Jesús perdido en un pasado indefinido, Doherty dice en su panfleto que Pablo no conoce nada de un Jesús terrenal sino que habla de un Jesús cósmico y espiritual que no anduvo jamás por este mundo sino que forma parte de un mundo paralelo.

    No sé si es necesario que lo refute. Basta con leer sin intermediarios las cartas de Pablo para darse cuenta de esa monstruosidad. Veamos algunas muestras:

    ·      Pablo dice expresamente que Jesús era un hombre: “Si por el delito de uno solo murieron todos ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un solo hombre Jesucristo, se han desbordado sobre todos!” (Romanos 5:15). “Habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos” (1 Cor. 15:21)
    ·      Desearía ser yo mismo anatema, separado de Cristo, por mis hermanos, los de mi raza según la carne  -los israelitas-, de los cuales es la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas, y los patriarcas; de los cuales también procede Cristo según la carne” (Rom. 9:2-5). Si Pablo no habla de un Jesús con un cuerpo físico, ¿cómo es que tiene ancestros humanos?
    ·       Por vuestra parte, os hicisteis imitadores nuestros y del Señor” (1 Tes. 1:6). “Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo” (1 Cor. 11:1). ¿Imitaba Pablo a un espíritu? Es mucho más natural imitar a un hombre terrenal que a un ser celestial.
    ·      También dice Pablo que Jesús es “nacido de mujer” (Gal. 4:4) y “del linaje (lit. semen) de David según la carne” (Rom. 1:3), lo cual reitera cuando dice "Isaías dice: Aparecerá el retoño de Jesé [padre de David], el que se levanta para imperar sobre los gentiles. En él pondrán los gentiles su esperanza." 
    ·      Jesús fue crucificado “por los príncipes de este mundo” (1 Cor. 2:8)
    ·      También resulta curioso que un ser cósmico que nunca ha estado en este mundo tenga hermanos, cene, sea entregado, cuelgue de un madero o sea sepultado”

    Al margen de las epístolas paulinas, Doherty también utiliza la anónima Epístola a los Hebreos, argumentando que dice explícitamente que Jesús nunca estuvo en este mundo sino que ha de venir cuando dice: que "Pues todavía un poco, muy poco tiempo; y el que ha de venir vendrá sin tardanza" (Hebreos 10:37)

    Utilizar esta cita como argumento es pura manipulación o pura ignorancia, pues está claro que el autor se refiere a una segunda venida, ya que en el mismo texto se dice "Y del mismo modo que está establecido que los hombres mueran una sola vez, y luego el juicio, así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez = para quitar los pecados de la multitud, = se aparecerá por segunda vez" (Hebreos 9:37-38a).
     
    Además, existen otros versículos que muestran claramente que el autor de Hebreos piensa en un Jesús terrenal: 
    •   "El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarle de la muerte..." (Hebreos 5:7) 
    •    “Los cuerpos de los animales, cuya sangre lleva el Sumo Sacerdote al santuario para la expiación del pecado, son quemados fuera del campamento. Por eso, también Jesús, para santificar al pueblo con su sangre, padeció fuera de la puerta. Así pues, salgamos donde él, fuera del campamento, cargando con su oprobio” (Hebreos 13:11-13)
     
    La actitud de Doherty hacia estos versículos varía. En unos casos, no los menciona, bien porque los ignora, bien porque no le conviene.

           En otros casos, adopta una táctica huidiza refugiándose en expertos que no menciona (el que no mencione nombres de quienes pueden avalar sus opiniones es altamente sospechoso). Por ejemplo, con relación a los “príncipes de este mundo” dice que “la mayoría de los académicos concuerdan en que él no se está refiriendo a legisladores temporales sino a las fuerzas espirituales y demoníacas”. Sin embargo, no cita ni un solo académico que defienda esta retorcida interpretación. Si su “trabajo” fuese un estudio serio, esta frase debería ir acompañada de una nota a pie de página para apoyar esa afirmación.

    También recurre a interpretaciones fantasiosas para hacer decir a los textos lo que no dicen, diciendo, por ejemplo, que términos como "hermano" no deben interpretarse en el sentido usual o que la alusión a que Jesús fue matado fuera de la puerta, se refiere a una ciudad espiritual porque no se menciona el nombre de la ciudad (dando por hecho que sus lectores ignoran que Jerusalén era la única ciudad en la que los judíos realizaban los sacrificios). Esa actitud me recuerda a la excelente parodia de las sectas de Les Luthiers titulada El Sendero de Warren Sánchez, en la que se dice: “Habiéndosele presentado un pobre hombre presa de la confusión y habiéndole preguntado a Warren: "Hermano, ¿cuál es el verdadero sentido de la vida?" Warren respondiole: "El sentido de la vida te lo diré en tres palabras: Yo qué sé". ¿Qué nos quiso decir Warren con eso? Analicemos la frase. La palabra “yo” – ego – parece indicar egoísmo, soberbia. Lo que pasa que Warren lo usa por oposición, o sea humildad. O sea que cuando Warren dice “yo” quiere decir “humildad”. Entonces dice “Yo qué se”, o sea “Yo que sí se”, entonces Warren conoce el sentido de la vida pero, por humildad, ¡no lo quiere decir!”

    En definitiva, se trata de un bodrio que no hay por dónde agarrarlo y que está pensado para engañar a quienes se creen cualquier cosa sin contrastarlo. Lamentablemente, en varios foros y páginas webs he podido leer a muchos que utilizan su obra como una referencia y, ante los argumentos en contra, se escudan mostrando en Doherty una fe igual o mayor a la que los ateos dohertianos reprochan a los creyentes.

    Saludos cordiales,