martes, 28 de junio de 2011

La divinización de Jesús (II): los evangelios sinópticos

Después de haber visto que Pablo considera a Jesús "hijo de Dios" pero no "Dios", continuaremos con los evangelios sinópticos

Evangelio de Marcos

 El primer evangelio en ser escrito, el de Marcos, no considera que "Hijo de Dios" y Dios sean sinónimos. 

  • En dos ocasiones, en el bautismo de Jesús y en su transfiguración, una voz de Dios llama a Jesús "hijo amado" 
  • En un exorcismo, el espíritu inmundo distingue entre Dios e Hijo de Dios como dos cosas distintas: "¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes." (Mc. 5:7) No parece que el espíritu conjure a Dios para que Dios deje de atormentarlo.
  • Jesús niega expresamente ser Dios: "Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios

Evangelio de Mateo

La Cristología del Evangelio de Mateo no es diferente a la de Marcos. Jesús es Hijo de Dios pero niega ser Dios.

Puede alegarse que Mateo incluye la concepción virginal de María, por lo que considera a Jesús divino desde su nacimiento. Sin embargo, no parece que la intención de su nacimiento milagroso sea demostrar que Jesús era "Dios", sino relacionarlo con un texto de Isaías. Así, para Mateo, Jesús nació de una mujer virgen como cumplimiento de una profecía. De hecho, el objetivo principal de este Evangelio es demostrar que Jesús es el Mesías, más que su divinidad.

Evangelio de Lucas y Hechos de los Apóstoles

El Evangelio de Lucas tampoco parece ser diferente a los de Marcos y Mateo. También narra la concepción virginal de María, pero eso no supone necesariamente que Jesús sea divino. Así, en la famosa anunciación a María, el ángel dice: 

"Él será grande, LE LLAMARÁN Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre [nótese la diferencia clara entre Dios y Jesús]...el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso, el que va a nacer será santo y LE LLAMARÁN Hijo de Dios"
Si miramos ahora Hechos de los Apóstoles, obra del mismo autor, se puede comprender un poco mejor cómo comenzó a considerarse a Jesús Hijo de Dios. Según este libro, Pedro y Pablo afirman que Jesús era un profeta y un hombre excepcional que fue resucitado por Dios y exaltado, pero no Dios mismo. Veamos los textos pertinentes

"Israelitas, escuchad estas palabras: A Jesús, el Nazoreo, hombre acreditado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo por su medio entre vosotros... vosotros le matasteis clavándole... Dios le resucitó librándole de los dolores del Hades...Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros  veis y oís" (Hechos 2:22 y ss)
"El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando éste estaba resuelto a ponerle en libertad...Dios le resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos  de ello...Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús, a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus santos profetas. Moisés efectivamente dijo: El Señor Dios os suscitará un profeta como yo de entre vuestros hermanos; escuchadle todo cuanto os diga." (Hechos 3:15 y ss)

"De la descendencia de éste `David], Dios, según la Promesa, ha suscitado para Israel un Salvador, Jesús...sin hallar en él ningún motivo de muerte pidieron a Pilato que le hiciera morir...Pero Dios le resucitó de entre los muertos...También nosotros os anunciamos la Buena Nueva de que la Promesa hecha a los padres Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito en los salmos: = Hijo mío eres  tú; yo te he engendrado hoy. ="  (Hechos 13:22 y ss)
En resumen, para los autores de los evangelios sinópticos, Jesús no era Dios durante su vida terrenal, sino un enviado de Dios prometido a través de los profetas que fue asesinado y, tras su muerte, fue resucitado por Dios, quién lo exaltó.

Continuaremos. Saludos cordiales

viernes, 17 de junio de 2011

La divinización de Jesús (I): Pablo de Tarso

Me solicita un amable lector que trate acerca de la divinización de Jesús. Hoy en día, para la gran mayoría de los cristianos considera a Jesús divino, aunque existen grupos cristianos minoritarios que consideran a Jesús Mesías pero no Dios. Los más conocidos de estos cristianos "unitarios" son los Testigos de Jehová, pero no son los únicos. En el Cristianismo primitivo también hubo comunidades cristianas que negaban la divinidad de Jesús como los ebionitas y, en una época intermedia, tenemos el caso notable de Miguel Servet, que se consideraba a sí mismo un auténtico cristiano pero fue condenado a la hoguera por considerar la Trinidad un error.

La divinización de Jesús no fue algo instantáneo sino que fue fruto de un proceso cuya explicación podría dar lugar, probablemente, a una Tesis Doctoral. En este artículo voy a tratar brevemente acerca de como trata de la divinidad de Jesús el Nuevo Testamento sin intención de adoctrinar, dejando que cada lector piense lo que quiera.

Hijo de Dios

En el Nuevo Testamento hay unanimidad en considerar a Jesús "Hijo de Dios". Ahora bien, ¿Hijo de Dios = Dios? No necesariamente. Hacia el siglo VIII existió en España una herejía denominada Adopcionismo que consideraba que Jesús era hijo adoptivo de Dios, en la cultura greco-romana hubo varios Hijos de Dios mitológicos (Hércules, Perseo, etc.) o reales (Octavio Augusto) y, en fin, en la cultura judía en la que surge el Cristianismo, se llamaba Hijo de Dios a quién tenía una relación especial con Dios. Así, en el Salmo 2:7, atribuido a David, se dice:

"Voy a proclamar el decreto del Señor:  Él me ha dicho: "Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy."
A continuación, vamos a ver si los distintos autores del Nuevo Testamento interpretaban que Jesús era Dios.

Epístolas paulinas

Aunque en los índices de cualquier Biblia se atribuyen a Pablo de Tarso 13 epístolas (14 si contamos la anónima  Hebreos), en realidad hay consenso en que solo 7 de esas cartas son auténticamente paulinas:  Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses y Filemón.

En estas cartas, Pablo utiliza con frecuencia el binomio Dios-Jesús (o el Señor), pero distinguiendo claramente ambos. Según su teología, Jesús fue convertido en Hijo de Dios a través de su resucitación por Dios, pero siempre distingue entre Dios Padre -el único Dios- y su hijo. Ejemplos de muestra: 

"Para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros" (1 Cor. 8:6) 
"Pablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol por vocación, escogido para el Evangelio de Dios, que había ya prometido por medio de sus profetas en las Escrituras Sagradas, acerca de su Hijo, nacido del linaje de David según la carne, constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos, Jesucristo Señor nuestro" (Romanos 1:1-4)
"Os convertisteis a Dios, tras haber  abandonado los ídolos, para servir a Dios vivo y verdadero y esperar así a su Hijo Jesús (1 Tes. 1:9-10)
No obstante, en la Epístola a los Filipenses existe un himno (posiblemente prepaulino) ambiguo que admite distintas lecturas

"El cual [Jesús], siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre" (Flp. 2:5-11)
En la Biblia de Jerusalén se admite que hay dos interpretaciones posibles. Según una de ellas, Jesús sería preexistente y, según la otra, el texto no trataría de la encarnación sino que estaría realizando una comparación de Jesús con Adán. Literalmente, se dice lo siguiente:

"Tradicionalmente ha sido interpretado en función de un esquema de descenso-ascenso divino, según el cual la kénosis de Cristo fue la renuncia a su gloria divina con el fin de vivir una vida humana y asumir el sufrimiento. Sin embargo, su estructura se basa manifiestamente en el esquema bíblico de la humillación seguida de la exaltación, según el cual un justo atribulado es premiado por Dios. Es, pues, más probable que Jesús, como segundo o último Adán, sea implícitamente puesto en parangón con el primer Adán".
Como soy enemigo de adoctrinar, os cito unos libros en los que pueden verse interpretaciones distintas:

    Continuaremos. Saludos cordiales

    viernes, 3 de junio de 2011

    ¿Existió realmente Jesús? Los evangelios

    En el artículo anterior, vimos que Pablo creyó tratar con un hermano de Jesús y con personas a las que consideraba fedatarias de Jesús.

    Además de las cartas de Pablo, tenemos los evangelios que, evidentemente, no son libros históricos sino libros religiosos que pretenden propagar una fe. Ahora bien, aunque son libros apologéticos, ¿puede extraerse de ellos datos históricos o la historicidad del personaje central?

    La respuesta es afirmativa. En general, los historiadores consideramos que es más sencillo explicar el Cristianismo considerando la existencia real de Jesús (si era Dios, si resucitó, etc. es harina de otro costal que pertenece al mundo de las creencias), pues las hipótesis alternativas que hemos citado en páginas anteriores resultan más complicadas.

    Pero, además, hay un argumento que, curiosamente, es utilizado sobre todo por autores agnósticos o ateos. Siendo el Cristianismo una religión centrada en un hombre, estos autores no creyentes afirman que es inverosímil inventarse un personaje de forma que les cause problemas para defenderlo. Los ejemplos más clásicos son el bautismo de Jesús -que puede interpretarse en el sentido de que Juan es superior a Jesús o que Jesús se sentía pecador- y la propia muerte en la cruz del Mesías que, según Pablo, era "escándalo para los judíos y necedad para los gentiles" (1 Cor. 1:23) 

    Otro argumento curioso a favor de la existencia de Jesús se basa en las diferencias que surgieron muy pronto entre los cristianos. Por ejemplo, Pablo y Mateo son defensores de Jesús, pero mantienen puntos de vista muy diferentes sobre si seguía vigente o no la Ley de Moisés. Según el profesor Antonio Piñero, si Jesús hubiese sido un invento, sería lógico esperar que se lo hubiesen inventado de forma más uniforme.

    Finalizo este artículo con unas citas sobre la existencia de Jesús, todas ellas de autores no creyentes:

    “No parece creíble, aunque nada sea inverosímil en cuestiones históricas, que la polémica ideológica que recorre el Nuevo Testamento en torno a su protagonista principal hubiera sido un capricho de la imaginación teológica o del arte narrativo de un grupo de improvisadores. Ningún líder de un movimiento de renovación, en algunos puntos revolucionario, es un líder inventado." (Gonzalo Puente Ojea)
    "No parece nada razonable pensar que en un lapso de tiempo de unos setenta años, escritores distintos, de distintas localidades geográficas, algunas bastante alejadas entre sí, se ponen de acuerdo para inventar un personaje, un auténtico mito religioso por hipótesis, con una cierta unidad y unas notables variaciones a la vez. Este proceso histórico parece inverosímil e improbable." (Antonio Piñero) 
    "En el entusiasmo de sus descubrimientos la alta crítica ha aplicado al Nuevo Testamento pruebas de autenticidad tan severas que cien personajes antiguos —por ejemplo, Hammurabi, David, Sócrates— se desvanecerían en la leyenda. A pesar de los prejuicios y las ideas teológicas preconcebidas de los evangelistas, ellos registran muchos sucesos que meros inventores hubieran dejado fuera, como la rivalidad que había entre los apóstoles por tener altos puestos en el Reino, cuando huyeron después que Jesús fue arrestado, la negación de Pedro [...] Nadie que lea de estas escenas puede dudar que la figura tras ellas sea real" (William James Durant)
    Saludos cordiales,