lunes, 28 de mayo de 2012

Lobos crueles y cosas perversas. ¿Explica el Apocalipsis los Hechos de los Apóstoles?

Hace poco, un amable lector me dijó en un mensaje que le extrañaba que los evangelios no contuviesen ninguna alusión a Pablo de Tarso. En mi respuesta le dije que los evangelios tratan sobre Jesús y que cuando aluden a hechos posteriores a la muerte de Jesús lo hacen de forma un tanto críptica.

Pueden ponerse muchos ejemplos, pero voy a poner solo dos. En Hechos de los Apóstoles se dice que Herodes [Agripa I] echó mano a algunos cristianos y que "hizo morir por la espada a Santiago, el hermano de Juan" (Hch. 12:1-2). Este hecho es narrado de forma críptica en los evangelios de Mateo y Marcos, en los cuales Jesús dice a Santiago y Juan que beberán la misma copa que él (Mt. 20:20-23, Mc. 10:35-40)

Otro ejemplo es la breve escena a la que tanto debemos los amantes de la buena pintura de Jesús en casa de Marta y María, encargándose Marta de los quehaceres domésticos y María de la Palabra (Lc. 10:38-42). Esta escena que ha inspirado preciosos cuadros, en particular uno de Jan Vermeer, no es histórica sino simbólica. Cada mujer representa a un grupo de cristianos distintos y alude a un hecho futuro. Dejo que adivinéis qué representa cada mujer leyendo sin intermediarios Hechos 6:1-6.

En Hechos de los Apóstoles tenemos uno de esos pasajes crípticos que aluden a un hecho posterior y que, quizás, su respuesta esté en el Apocalipsis de Juan, pese a ser ambos libros de distinto autor.

Me refiero a una frase de un discurso que Pablo hace a los ancianos de Éfeso. El contexto es el siguiente. Pablo ha abandonado Éfeso y, tras haber pasado unos meses en Macedonia y Corinto, emprende un viaje a Jerusalén con una colecta para los pobres que Lucas conoce pero omite. Cerca de Éfeso, Pablo envía a buscar a los ancianos de esta ciudad, se encuentra con ellos en Mileto y les dirige un discurso de despedida con tono testamentario. En este discurso Pablo les dice:

"Yo sé que, después de mi partida, se introducirán entre vosotros lobos crueles que no perdonarán al rebaño y también que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos detrás de sí." (Hch. 20:29-30)
Esta frase un tanto críptica no está explicada por dos motivos. El primero, porque los lectores saben a qué se refiere y no necesitan explicación. El segundo, porque si da detalles concretos se notaría demasiado que se trata de una profecía post eventum.

Por lo general, suele interpretarse que los lobos crueles son falsos maestros, pero creo que la explicación de esa metáfora puede ser otra. El Evangelio de Mateo se refiere a los falsos profetas como lobos con piel de cordero pero, el Evangelio de Lucas, utiliza la metáfora de los lobos refiriéndose a peligros: "mirad que os envío como corderos en medio de lobos" (Lc. 10:3). Por lo tanto, creo que la metáfora de los lobos puede referirse a una persecución.

Sobre esta cuestión, como vimos en el artículo anterior, el Apocalpisis de Juan contiene un eco de una persecución sobre los cristianos de Éfeso, a los que dice que han sufrido mucho por el nombre de Jesús. ¿Sufrieron a causa de los lobos crueles a los que se refiere Hechos? Es probable que sí, aunque no se puede afirmar con rotundidad.

La frase que comentamos, también alude a que habrá cristianos que enseñarán cosas perversas para arrastrar a los discípulos detras de sí. Es posible, pero solo posible, que el Apocalipsis arroje luz sobre cuáles pueden ser esas cosas perversas. Lo apunto como una hipótesis, no como algo seguro:

"Al Ángel de la Iglesia de Pérgamo escribe...Pero tengo alguna cosa contra ti: mantienes ahí algunos que sostienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balaq a poner tropiezos a los hijos de Israel para que comieran carnes inmoladas a los ídolos y fornicaran. Así tú también mantienes algunos que sostienen la doctrina de los nicolaítas" (Ap. 2:11-15)
"Escribe al Ángel de la Iglesia de Tiatira...tengo contra ti que toleras a Jezabel, esa mujer que se llama profetisa y está enseñando y engañando a mis siervos para que forniquen y coman carne inmolada a los ídolos" (Ap. 2:18-24)  
Los cristianos de Pérgamo y Tiatira reciben elogios por haber sufrido persecución (lo vimos en el anterior artículo), pero también críticas por tolerar a los que incitan a comer carnes sacrificadas a los ídolos y a fornicar. Por el contrario, de los cristianos de Éfeso se dice que detectan el proceder de los nicolaítas (Ap. 2:6). Sobre este grupo, citado también en la carta a Pérgamo, como se acaba de ver, la mayoría de los autores considera que son los mismos criticados en las cartas a Pérgamo y Tiatira o, al menos, primos hermanos. 

¿Son Jezabel -nombre simbólico, sin duda alguna-, los que sostienen la doctrina de Balaam y los nicolaítas los que enseñan cosas perversas? Lo considero muy probable, pero no absolutamente seguro. 

El motivo principal que tengo para pensar que sí lo son es el siguiente. Hechos de los Apóstoles hace alusión a la prohibición de comer carne inmolada a los ídolos y de la fornicación, curiosamente lo que reprocha el Apocalpisis a algunos cristianos. Y esta prohibición no es mencionada una ni dos, sino tres veces (Hch. 15:19-20, 29; 21:25). El que Lucas mencione tres veces una misma prohibición, es señal de que era un tema que le preocupaba. 

Saludos cordiales,

jueves, 24 de mayo de 2012

Persecuciones a los cristianos: el Apocalipsis de Juan

Desde muy pronto, los seguidores de Jesús de Nazaret comenzaron a sufrir persecuciones (linchamiento de Esteban, Saulo de Tarso, Herodes Agripa I, etc.). En esta ocasión quiero hablar de las persecuciones de las que trata el Apocalipsis de Juan, que me parece interesante tratar porque este libro ha sido muy maltratado por no cristianos y por cristianos. Para empezar, recomiendo leerlo sin intermediarios.

Algunos tópicos incorrectos sobre el Apocalipsis son los siguientes:

1. Autor.

Es un tópico atribuirlo a Juan el Apóstol, aunque la gran mayoría de los expertos no comparten esa opinión popular.

El autor dice de sí mismo:

"Yo, Juan, vuestro hermano y compañero de la tribulación, del reino y de la paciencia, en Jesús. Yo me encontraba en la isla llamada Patmos, por causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús." (Ap. 1:9)

Si el autor no miente ni utiliza ningún pseudónimo, lo único que tenemos es que se llama Juan y que, al parecer, fue condenado al exilio. Identificar a este cristiano con el apóstol solo porque tengan el mismo nombre resulta muy temerario. 

2. El fin del mundo.

Mucha gente cree, incorrectamente, que el libro trata sobre el fin del mundo y, de una palabra griega que se traduce como "revelación" han surgido nuevas expresiones como "escenas apocalíticas", etc.

Pensar que este libro trata acerca de algo que todavía está por venir es un error. Veamos lo que nos dice el autor:

"Luego me dijo [el ángel]: «Estas palabras son ciertas y verdaderas; el Señor Dios, que inspira a los profetas, ha enviado a su Angel para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder PRONTO. Mira, vengo PRONTO....Y me dijo: «No selles las palabras proféticas de este libro, porque EL TIEMPO ESTÁ CERCA" (Ap. 22:6-7, 10)

El autor escribió para cristianos que, como él, sufrían persecución. Escribió un libro simbólico pero que tenían que entender sus lectores y sobre un tema que preocupaba a sus lectores. No creo que a los cristianos perseguidos a los que se dirige estuviesen interesados en lo que ocurriría dentro de 2.000 o más años.

3. La bestia.

Otro tópico es pensar que la famosa bestia cuyo número es el 666 es el diablo, Satanás o como se le quiera llamar. Este error no solo lo podemos encontrar en el cine, como en la divertida película "El día de la bestia", sino que también es utilizado por algunas sectas destructivas.

Otras tonterías que se han dicho es que el 666 simboliza las tres www de internet, que las bestias son las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, que hay una palabra que traducida al ruso quiere decir Chernóbil, etc.

Pronto veremos quién es la bestia.

Persecuciones en Asia Menor.

El Apocalipsis se escribió en un momento de angustia para dar ánimos a los que sufrían persecuciones. Con un lenguaje simbólico que nadie en su sano juicio interpretaría de forma literal, pretendía decir que las persecuciones acabarían y serían libres.

Tras una introducción, el Apocalipsis contiene 7 cartas dirigidas a 7 iglesias de Asia. En algunas de ellas se aluden a persecuciones:

a) Se alude a una probable persecución ya pasada en Éfeso: "Tienes paciencia: y has sufrido por mi nombre sin desfallecer" (Ap. 2:3)

b) Se mencionan rivalidades con los judíos y una persecución por la autoridad civil en Esmirna: "Conozco tu tribulación y tu pobreza -aunque eres rico- y las calumnias de los que se llaman judíos sin serlo y son en realidad una sinagoga de Satanás. No temas por lo que vas a sufrir: el Diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados y sufriréis una tribulación de diez días." (Ap. 2:9-10) 

La alusión a los que se llaman judíos sin serlo se debe a que Juan consideraba que los verdaderos judíos eran los cristianos. De hecho, el Apocalipsis es probablemente el libro más judío del Nuevo Testamento.

c) También se alude a una persecución en Pérgamo que se cobró al menos una vida, no estando claro si los responsables fueron los judíos o la autoridad civil: "Sé dónde vives: donde está el trono de Satanás. Eres fiel a mi nombre y no has renegado de mi fe, ni siquiera en los días de Antipas, mi testigo fiel, que fue muerto entre vosotros, ahí donde habita Satanás" (Ap. 2:13)

Persecuciones en Roma

Junto a estas persecuciones en el área en la que se encuentra el autor, el Apocalipsis también hace referencia a las persecuciones en Roma. El perseguidor está simbolizado por una bestia de 7 cabezas, 10 cuernos y 10 diademas en sus cuernos. Veamos algunas citas que aluden a persecuciones:

"Le fue dada [a la bestia] una boca que profería grandezas y blasfemias, y se le dio poder de actuar durante 42 meses; y ella abrió su boca para blasfemar contra Dios: para blasfemar de su nombre y de su morada y de los que moran en el cielo. Se le concedió hacer la guerra a los santos y vencerlos...El que a la cárcel, a la cárcel ha de ir; el que ha de morir a espada, a espada ha de morir" (Ap. 13:5-10) 

"Y vi una mujer, sentada sobre una Bestia de color escarlata, cubierta de títulos blasfemos; la Bestia tenía siete cabezas y diez cuernos...Y vi que la mujer se embriagaba con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús" (Ap. 13:3-6)

¿Qué o quién es la bestia?

El libro dice claramente que la bestia es Roma: "Las siete cabezas son siete colinas sobre las que se asienta la mujer. Son también siete reyes" (Ap. 17:9)

Por la referencia a las siete colinas es indiscutible que se trata de Roma. Pero, además, es una persona en concreto:

"La Bestia que has visto, era y ya no es...Las siete cabezas son siete colinas sobre las que se asienta la mujer. Son también siete reyes...Y la Bestia, que era y ya no es, hace el octavo" (Ap. 17:8-11)

Ahora sabemos que la bestia es un emperador romano. Por si hubiera alguna duda acerca de que se trata de un hombre y no de un demonio, anteriormente se nos ha dicho lo siguiente:

"¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule el número de la Bestia; pues es el número de un HOMBRE. Su número es 666" (Ap. 13:18)

La bestia. ¿Nerón o Domiciano?

La opinión tradicional es que la bestia representa al cruel emperador Domiciano. Ahora bien, así como de las persecuciones de Nerón tenemos información de autores seculares como Suetonio y Tácito, no hay constancia de que Domiciano, un cruel Emperador que murió asesinado y que se divinizó en vida, persiguiese a cristianos. Las fuentes brillan por su ausencia.

El Emperador que simboliza la bestia se divinizó en vida (Ap. 13:11-15), cuando lo habitual era que se les divinizase tras la muerte (una anécdota es que el Emperador Vespasiano, cuando intuyó que estaba muriendo, dijo algo así como: "me parece que me estoy convirtiendo en un dios"). En el siglo I hubo tres emperadores que se divinizaron en vida: Calígula, Nerón y Domiciano, pero Calígula parece demasiado temprano.

Además de esta pista, se nos da otra muy importante:
"Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal se le curó; entonces la tierra entera siguió maravillada a la Bestia" (Ap. 13:3)

Y los datos definitivos son los siguientes:

"Las siete cabezas...Son también siete reyes: cinco han caído, uno es, y el otro no ha llegado aún. Y cuando llegue, habrá de durar poco tiempo. Y la Bestia, que era y ya no es, hace el octavo, pero es uno de los siete; y camina hacia su destrucción" (Ap. 17:9-11)

¿Cómo se agarra que el octavo rey sea uno de los siete? La respuesta nos la da Tácito en sus Historias.

Los cinco reyes que han caído son: Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Los otros dos son Galba y Otón, que reinaron unos pocos meses en el periodo conocido como "El año de los cuatro emperadores" (68-69), un periodo de guerra civil en el que en poco tiempo cayeron tres emperadores.

El autor del Apocalipsis predice que el octavo será uno de los siete. ¿Cómo es eso posible? Porque, según Tácito, en ese periodo turbulento circuló en Acaya (actual Grecia) y Asia Menor una leyenda urbana según la cual Nerón no había muerto y se estaba preparando para volver al poder. Pongo la cita de Tácito en inglés, puesto que no la he encontrado en castellano:

"About this time Achaia and Asia Minor were terrified by a false report that Nero was at hand. Various rumours were current about his death; and so there were many who pretended and believed that he was still alive."
No creo que sea necesario aclarar que esta hipótesis no es mía, pero me adhiero a ella porque me parece muy lógica y me cuesta creer que sea minoritaria.
 
¿Y el 666? ¿O es 616?

En algunos manuscritos antiguos el número de la bestia no es 666 sino 616. Ya Ireneo de Lyon se hace eco de esta diferencia y la atribuye a un error de algún copista, pero puede que no sea exactamente un error.

Hasta que los árabes nos dejaron sus números, las letras del alfabeto eran cifras y letras al mismo tiempo. Conocemos el caso de los números romanos (I, V, X, C, D, M...), pero ocurría exactamente lo mismo con los alfabetos hebreo y griego, en los que cada letra simbolizaba un número.

Supongamos que a=1, b=2, c=3...z=28. El número de la palabra "baca" sería 2 + 1 +3 +1 =7

Entre la gente culta, existía un juego matemático llamado Gematría que consistía en que alguien decía un número y había que averiguar una palabra que, sumando el valor de sus letras, sumase ese número. En el ejemplo anterior, uno puede decir 7 y los demás jugadores tendrían que descifrar la suma que hemos hecho.

En el caso del 666, el autor propone un juego a quién tenga inteligencia: hay que calcular un nombre de hombre cuyas letras sumen 666. Se han propuesto varias hipótesis y, la mayoritaria consiste en que 666 es la suma de Nerón César en el alfabeto hebreo.

Y, si en lugar de sumar las letras hebreas, sumamos las letras griegas de Nero Cesar (en latín se decía Nero, no Nerón), la suma resulta 616. Tal vez por eso algún escriba cambió el número.

Repito que es la hipótesis mayoritaria, pero no existe unanimidad.

Ahora, imaginémonos la situación de los cristianos en Asia Menor. Había persecuciones en algunas ciudades, en Judea tenía lugar la Guerra Judía (66-74), Nerón había perseguido a los cristianos tras el incendio de Roma (el autor dice que los persiguió durante 42 meses, este cálculo se aproxima mucho pero no es del todo exacto, pero Juan utiliza un número simbólico en base al 7: 7 x 6) y, después de su muerte, circuló el rumor de que el gran perseguidor no había muerto sino que vivía y pretendía volver.

En este contexto, se escribió el Apocalipsis para dar ánimos a los perseguidos.

Saludos cordiales,