sábado, 22 de septiembre de 2012

El "discípulo amado" y Lázaro en los evangelios sinópticos (y III)

Hoy continuamos con un personaje llamado Lázaro que aparece en el Evangelio de Lucas (Lc. 16:19-31). En esta ocasión, se trata de un personaje que aparece en una conocida parábola que cito a continuación:

Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
Entonces él, dando voces, dijo: "Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama."
Pero Abraham le dijo: "Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá."
Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.

Esta parábola es la única del Nuevo Testamento en la que aparecen personajes con nombre: Abrahám y Lázaro y, además, el segundo es un "actor de reparto" de otro de los evangelios ¿Causalidad? No lo creo. Aunque hay autores que creen que los dos relatos son independientes, hay coincidencias que permiten sospechar que un autor conocía el texto del otro:

1. El nombre de Lázaro. 

2. Los dos Lázaros mueren.

3. En los dos textos se plantea la resurrección de Lázaro.

El que el pobre Lázaro de la parábola muera posiblemente de lepra (se alude a que tenía llagas) hizo pensar en el siglo XIX al abate Drioux, autor de La Bible Populaire, que Simón el Leproso (el anfitrión de la cena en la que se produce la famosa unción de Betania), el Lázaro de la parábola y el Lázaro que resucita son la misma persona.

De esta forma, acabo la presentación de los textos de los evangelios sinópticos que permiten sospechar que sabían algo del "discípulo amado" y/o de Lázaro de Betania. ¿Por qué motivo lo ocultan? Prefiero no especular sobre ello.

Saludos cordiales,

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