miércoles, 27 de junio de 2012

¿Quién es el discípulo al que amaba Jesús? (I): ¿Figura real o ficticia?

En el Evangelio de Juan aparece un "discípulo al que amaba Jesús" conocido abreviadamente como "discípulo amado". Cualquiera que lea el evangelio en cuestión se dará cuenta de que en ningún lugar se dice su nombre.

Algunos expertos creen que es una figura ficticia malintencionada para dar más credibilidad al libro o bien una figura ficticia bienintencionada como símbolo del discípulo ideal, mientras que muchos expertos creen que es una figura real.

Entre pensar que es una figura ficticia y que es una figura real y que todo lo que se cuenta de él es cierto, hay una opción intermedia, pensar que pudo existir realmente pero que se le presenta de forma más o menos idealizada.

Sospechosos

Entre quienes piensan que es una figura real, varios creen que es un personaje anónimo y que nunca se sabrá su identidad. Muchos otros, por el contrario, han aportado candidatos. El más repetido en las últimas décadas es el tradicional: Juan de Zebedeo, seguido a cierta distancia por Lázaro. Mucho más atrás están Juan el Anciano (figura oscura de quién Ireneo, Policarpo y otros "padres apostólicos" hablan con devoción), Juan Marcos, Natanael, Andrés, Tomás, María Magdalena (dos autores serios, además de algunos esoteristas), Apolo... y creo que me dejo algunos. 

Siete candidatos

Juan 21, que constituye un epílogo, incluye al discípulo amado en un grupo formado por Pedro, Tomás, Natanael de Caná, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. La pregunta es: ¿es uno de los anónimos o uno de los cinco mencionados?

¿Tres discípulos, dos o uno?

Además del discípulo amado, aparecen también dos discípulos anónimos: un discípulo de Juan Bautista amigo de Andrés (Jn. 1:35-40) y un discípulo conocido al Sumo Sacerdote (Jn. 18:15-16). ¿Son los tres la misma persona? Es razonable pensar que sí lo son. Así, el discípulo amado sería discípulo de Jesús de principio a fin y no lo abandonaría tras su arresto, aunque los hay que no piensan así.

Si son la misma persona, ¿por qué no siempre se identifica como el discípulo amado? Se han propuesto varias respuestas: que forma parte del juego del autor de ocultar su identidad, que el ser conocido por el Sumo Sacerdote es un dato incómodo o que el autor se llamaba humildemente "otro discípulo" y, tras su muerte, sus seguidores lo transformaron el el discípulo amado.

¿Existió o no?

Yo pienso que sí por dos razones. En primer lugar, en el Capítulo 21 hay un indicio fuerte de que ha muerto y dudo mucho que los símbolos mueran:

Corrió, pues, entre los hermanos la voz de que este discípulo no moriría. Pero Jesús no había dicho a Pedro: « No morirá», sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga.»

 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito, y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero
Parece ser que el discípulo murió y que causó un gran trauma a sus seguidores, lo que motivó que se insertasen estos versículos escritos en primera persona del plural.

El segundo motivo es que ese discípulo es conocido por Marcos que, por alguna razón, lo oculta.

Todos sabemos que los 4 evangelios dicen que Pedro negó a Jesús. Autores agnósticos como Maurice Cassey o Antonio Piñero, entre otros, creen que esas negaciones no son una invención porque resultaría muy extraño que un cristiano se invente un hecho que desprestigia al Príncipe de los Apóstoles. Partiendo de esta premisa, veamos como introducen Marcos y Juan las negaciones:

Marcos 11:54, 66-67
Juan 18:15-17
También Pedro le siguió de lejos, hasta dentro del palacio del Sumo Sacerdote, y estaba sentado con los criados, calentándose al fuego.

Estando Pedro abajo en el patio, llega una de las criadas del Sumo Sacerdote y al ver a Pedro calentándose, le mira atentamente y le dice: «TAMBIÉN tú estabas con Jesús de Nazaret.»
Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Este discípulo era conocido del Sumo Sacerdote y entró con Jesús en el atrio del Sumo Sacerdote,  mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. Entonces salió el otro discípulo, el conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera e hizo pasar a Pedro.

La muchacha portera dice a Pedro: «¿No eres tú TAMBIÉN de los discípulos de ese hombre?»

Primera cuestión. Según la versión de Marcos, ¿cómo entra Pedro al palacio y se comporta como Pedro por su casa calentándose al fuego? ¿Golpeó la puerta con los nudillos? ¿Y qué dijo a la portera para que le dejase pasar? Me parece más coherente la versión de Juan.

Segunda cuestión. En la versión de Juan, la portera pregunta a Pedro si también es discípulo de Jesús. ¿Por qué dice la palabra "también"? Porque hay otro discípulo con él y la portera le conoce y sabe que es seguidor de Jesús.

Ahora bien, si Pedro no entró acompañado, como sugiere Marcos, ¿a qué viene la palabra "también"? Por alguna razón, Marcos oculta a ese discípulo. Por eso creo que no es una figura ficticia, sin perjuicio de que pueda estar idealizado, tema que no pretendo en principio juzgar.

Seguiremos. Saludos cordiales,

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