Después de haber tratado sobre el
problema sinóptico, voy a tratar acerca de si el Cuarto Evangelio, muy
diferente de los otros tres, es obra de un autor o de dos o más autores.
Esta cuestión no es ideológica,
sino técnica. De hecho, son muchísimos los expertos católicos y protestantes
que consideran que el Evangelio de Juan es obra de una comunidad (ignoro el status questionis entre los teólogos y
filólogos ortodoxos). Por ejemplo, en la católica Biblia de Jerusalén se acepta
que es obra de dos o más autores.
Los que defienden la unidad o,
por lo menos, son escépticos sobre las propuestas de un evangelio de varios
estratos, argumentan que hay una relativa unidad de estilo y de léxico. Sin
embargo, hay varios motivos para pensar que ha tenido una elaboración compleja
a través de un largo proceso. Algunos autores hablan de dos ediciones y otros
de hasta cuatro. Veamos brevemente algunos de estos motivos:
1. Una escena que no es de Juan.
La famosa y preciosa escena de la
adúltera a la que Jesús salva de morir lapidada no perteneció nunca al
Evangelio de Juan. De hecho, en los principales manuscritos de este libro no
aparece y su estilo es muy distinto. Sobre su origen se han propuesto dos
hipótesis:
a) Se trata de una “hoja volante”
que circuló durante generaciones y alguien incorporó al Evangelio de Juan.
b) Pertenecía originalmente al
Evangelio de Lucas, pues en algunos manuscritos antiguos figura en este
evangelio y su estilo y su temática encaja muy bien con este autor.
2. ¿Un traspapeleo?
Los capítulos 4-7 nos dan esta
secuencia: Galilea (4), Jerusalén (5), Galilea (6) y Jerusalén (7). Es
especialmente raro que el capítulo 5 acaba en Jerusalén y el capítulo 6 empieza
diciendo: “después de esto se fue
Jesús a la otra ribera del mar de Galilea”. ¡Si estaba en Jerusalén, muy lejos del mar de Galilea!
Se ha sugerido que el editor
cometió un despiste y un traspapeleo, siendo el orden primitivo el siguiente:
4-6-5-7.
3. ¿Se levantaron o se quedaron sentados?
El Cuarto Evangelio dedica nada
menos que 5 capítulos a la última cena (13-17). Al final del Capítulo 14, Jesús
dice a los comensales: “levantaos,
vámonos de aquí”.
Quién esté familiarizado con la
historia de Jesús, se imaginará que los discípulos se levantarán y se dirigirán
hacia Getsemaní. ¡Pues no! Después de la orden de levantarse, hay un largo
discurso de Jesús que ocupa nada menos que tres capítulos. Si suprimimos los
capítulos 15-17 el relato quedaría así:
“Levantaos, vámonos de aquí”. Dicho esto, pasó Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón.
¿Cómo
resulta más coherente? Parece claro que una primera edición sería como la
reconstrucción que he hecho y que los capítulos 15-17 fueron añadidos en una
edición posterior. Además, hay una contradicción, pues Jesús dice: “Pero ahora
me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta:
"¿Dónde vas?" (Jn 16:5)
¡Ya se lo habían preguntado poco antes!:
Simón Pedro le dice: “Señor, ¿a dónde vas?” Jesús le respondió: “Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde.” (Jn. 13:36)
4. ¿Quiénes son los malos?
El
profesor Urban VON WAHLDE utiliza un interesante criterio para distinguir qué
pertenece a la primera edición y qué a la segunda.
En
algunas partes del Evangelio los hostiles a Jesús son los judíos en general
(¡como si Jesús y sus discípulos no fuesen judíos!) y, en otras partes, los
fariseos y los sumos sacerdotes. Según Von WAHLDE, los pasajes en los que los
“malos” son los judíos pertenecerían a la edición final, escrita en un ambiente
de mayor hostilidad hacia los cristianos y, los pasajes en los que solo una
parte de los judíos son enemigos de Jesús, serían de una edición más primitiva.
Además, cuando los hostiles son los fariseos y sacerdotes, estos llaman a los milagros de Jesús "señales", mientras que cuando los malos son los judíos los llaman "obras".
Sobre
esta cuestión es interesante que el Evangelio de Juan es muy anti-judío y
también muy pro-judío, diciendo Jesús que la salvación viene de los judíos. Me
parece muy difícil que procedan de la misma pluma.
5. Un libro con dos finales.
En el Capítulo 20, después del
final feliz de la resurrección de Jesús (sobre cuya historicidad o no me niego
a pronunciarme porque intento que este blog sea neutral) y de la famosa duda de
Tomás, el autor dice:
Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.
¿Fin?
¡No! Después de ese final, hay una aparición más de Jesús, esta vez en Galilea.
Hay un amplio consenso en que el Capítulo 21 es un epílogo escrito tiempo
después. Además, en ese epílogo hay un eco de que el “discípulo amado”, de
quién se dice que es el autor del libro, ha muerto, lo que provocó un trauma a
su comunidad.
6. Diferencias teológicas.
Otro
argumento a favor de que el Evangelio de Juan tiene dos o más ediciones es que
presenta algunas diferencias teológicas, especialmente chocantes en Cristología
y Escatología.
En cuanto a
la vida después de la muerte, hay frases de Jesús que sugieren un “más allá”
inmediato (escatología realizada) y en otras se habla de resurrección en un
último día (escatología futura). Esa combinación ha dado lugar a lo que los
teólogos llaman “ya, pero todavía no”. Probablemente, se deba a la existencia
de dos manos distintas.
Algo parecido
ocurre con la Cristología. Hay versículos, especialmente en el prólogo, que
igualan a Jesús con Dios haciéndolo divino, mientras que en otros versículos la
Cristología es más baja (Mesías, Santo de Dios, Hijo de Dios…). Ya vimos en un
artículo que la expresión “Hijo de Dios”, en el ambiente judío podía
interpretarse como alguien que tiene una relación especial con Dios y, de
hecho, el Antiguo Testamento también dice de David que es hijo de Dios.
¿Por qué motivo hay varias ediciones?
Cuando el
Evangelio de Marcos llegó a manos de Mateo, hubo cosas que le gustaron y otras
que no y, probablemente, pensó que era muy breve. Por eso, escribió otro libro
que viene a ser una edición ampliada y corregida de Marcos. Lucas también dice
que ha decidido escribir un libro porque “muchos” lo han intentado antes y
quiere hacer al excelentísimo Teófilo uno mejor.
En el caso de
la comunidad juánica, su líder, el “discípulo amado” (espero dedicar algunos
artículos a este anónimo personaje), era venerado y se llegó a pensar incluso
que no moriría nunca. Por esta razón, a su muerte, sus discípulos consideraron
un sacrilegio omitir una sola línea suya y, en lugar de eso, añadieron sus
opiniones, provocando algunas contradicciones. Por ejemplo, el “discípulo
amado” escribió que Jesús bautizaba (Jn. 3:22, 4:1), pero a algún discípulo de
ese discípulo le debió chirriar y, por no tachar algo escrito por su maestro,
añadió esta glosa: “aunque no era Jesús mismo el que bautizaba, sino sus
discípulos” (Jn. 4:2)
Otros
probables motivos para que se añadiesen nuevos estratos pueden ser los
siguientes:
- Mayor
hostilidad hacia los cristianos por parte de los judíos.
- Voluntad de
rehabilitar a Pedro en el epílogo, que sale bastante mal parado en varias
partes del evangelio.
- Aliviar el
dolor causado por la muerte del discípulo amado haciendo ver que la creencia de
que no moriría nunca no tenía fundamento.
- Reflexiones
teológicas de la comunidad (en general, se considera que la primera edición del
libro no tenía los grandes discursos).
Saludos
cordiales,
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