jueves, 3 de enero de 2013

Ni Jesús ni su padre fueron carpinteros

En primer y principal lugar, Feliz 2013 a todos.

Interrumpo la serie sobre la datación de Marcos para tratar un tema más propio de estas fechas.

Uno de los mitos del Cristianismo es que el padre de Jesús era carpintero. En el Evangelio de Marcos se refieren a Jesús diciendo: "¿no es este el hijo del carpintero?" y, el Evangelio de Mateo, edita esta pregunta para hacer referencia a Jesús: "¿no es este el carpintero?". Craso error que se debe a la Vulgata, en la que tradujo la palabra griega tekton como "carpintero". Desde entonces, que yo sepa, todas las biblias lo han traducido así. Sin embargo, la palabra tekton quiere decir "constructor", siendo el jefe de un grupo de constructores el archi-tekton.

Es posible que San Jerónimo hiciese esa traducción incorrecta por ser la profesión de carpintero más humilde que la de constructor que, en el s. I (no hay que caer en anacronismos y pensar que las profesiones estaban tan delimitadas como ahora) lo mismo podía realizar tareas de albañil que de arquitecto.

En favor de la posibilidad de que José y Jesús fuesen lo que actualmente llamaríamos arquitectos tenemos algunas parábolas sobre las que no hay motivos serios para dudar que corresponden al Jesús histórico.

Parábola 1:

Todo el que venga a mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica, os voy a mostrar a quién es semejante:

Es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. Pero el que haya oído y no haya puesto en práctica, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella casa (Lc. 6:46-49)

Parábola 2:

¿Quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla? No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: "Este comenzó a edificar y no pudo terminar" (Lc. 14:28-30).

También tenemos esta frase: La piedra que los constructores desecharon en piedra angular se ha convertido

Naturalmente, estas parábolas sobre arquitectos no prueban que Jesús lo fuese, pero sí resultan coherentes. Además, con relación a la parábola 2, Vitruvio indica en su obra que la primera tarea del arquitecto tras recibir su encargo es la realización de un ajustado presupuesto y una buena administración del gasto.

Saludos cordiales,  

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