martes, 31 de mayo de 2011

¿Existió realmente Jesús?: Pablo de Tarso y Jesús

Como ya hemos visto, uno de los argumentos de los mitistas serios y de algunos pseudo-científicos para negar la existencia de Jesús es que Pablo de Tarso no parece saber nada de Jesús y que su figura se hunde en un pasado indefinido.

Es cierto que las cartas de Pablo no dan mucha información sobre Jesús, pero hay que tener en cuenta que sus cartas son para lo que son: para responder preguntas de sus lectores, para darles ánimos o gracias por algo, para reprenderles, etc. Tomemos por ejemplo la Primera Epístola a los Corintios. En los primeros capítulos Pablo reprocha a sus lectores que formen partidos y, después, responde a las preguntas que le hacen. Esperar que en sus cartas hable de la biografía de Jesús es pedir demasiado.

En las cartas de Pablo se dan estos datos de Jesús (no entro a valorar si estos datos son o no ciertos): era hijo de mujer según la ley, del linaje de David, tenía hermanos, llamaba a Dios "Abba-Padre", fue traicionado, tuvo una cena especial la noche en que fue entregado, fue crucificado por los príncipes de este mundo, fue sepultado y resucitó.

No es mucho. Sin embargo, sabía más de lo que decía en sus cartas. Por ejemplo, como dije hace unos días, Pablo pidió a sus lectores que fuesen imitadores de Jesús, lo que quiere decir que los lectores sabían como era la persona a la que debían imitar.

En cuanto a su localización en el tiempo, Pablo nos da una pista:

"Luego, de allí a tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas y permanecí quince días en su compañía. Y no vi a ningún otro apóstol, y sí a Santiago, el hermano del Señor...Luego, al cabo de catorce años, subí nuevamente a Jerusalén...y les expuse el Evangelio que proclamo entre los gentiles - tomando aparte a los  notables - para saber si corría o había corrido en vano...y reconociendo la gracia que me había sido concedida, Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos tendieron la mano en señal de comunión a mí y a Bernabé: nosotros nos iríamos a los gentiles y ellos  a los circuncisos"  (Gal. 1:18,19, 2:1-2, 9)
De Pablo, se han dicho muchas cosas, pero no que fuese esquizofrénico. Sobre esta cuestión, alguien nada sospechoso de simpatizar con el Cristianismo como el ateo militante Gonzalo Puente Ojea, en su libro La existencia histórica de Jesús en las fuentes cristianas y su contexto judío dice lo siguiente:

"Pablo de Tarso, de cuya existencia real nadie ha podido seriamente dudar, afirma que «Santiago, Pedro y Juan, tenidos por columnas de la iglesia, nos dieron la mano a mí y a Bernabé en señal de comunión» (Gál 2,8). Si Pablo pudiese creer que estaba negociando con personas no tenidas por él como testigos y fedatarios auténticos del Cristo Jesús, cuando todavía no se habían escrito los cuatro Evangelios canónicos, habría que pensar de él que era un personaje irreal y fantástico creado por algún escritor esquizofrénico. Pero a nadie se le ha ocurrido aún plantear esta hipótesis de un Pablo chiflado. El verdadero problema no se refiere a saber si existieron realmente Jesús, Santiago y Pablo, pues así fue, sino qué pensaban exactamente los dos primeros acerca de la aventura mesiánica y de su catastrófico desenlace." (pág. 50)

En definitiva, está claro que Pablo sí conoce de la existencia de un Jesús cercano en el tiempo.

Seguiremos con esta serie, que todavía no ha acabado.

Saludos cordiales

martes, 24 de mayo de 2011

¿Existió realmente Jesús? Fuentes no cristianas

Queridos lectores:

Por el momento, no voy a tratar más de posturas pseudo-científicas, aunque no descarto hacerlo en el futuro si algún comentarista trae alguna a colación. Antes que nada, aunque este blog está abierto a comentarios y al diálogo, ruego que los comentarios que se inserten guarden relación con el tema del artículo.

Hoy vamos a tratar sobre las fuentes no cristianas acerca de Jesús, comenzando por el llamado Testimonio Flaviano, del historiador judío Flavio Josefo.

En su obra Antigüedades Judías, contiene dos párrafos, disputados, sobre Jesús, a saber:

1. “Por ese tiempo existió Jesús, un hombre sabio, [si es que hay que llamarlo hombre] Era, en efecto, hacedor de obras extraordinarias y maestro de hombres que acogen con placer la verdad. Atrajo a sí a muchos judíos y también a muchos griegos. [Él era el mesías (cristo)] Aunque Pilato, por denuncias de los hombres principales entre nosotros, lo castigó con la cruz, no lo abandonaron los que desde el principio lo habían amado. [Él, en efecto, se les apareció el tercer día nuevamente vivo, pues los divinos profetas habían ya dicho éstas y otras muchas cosas admirables acerca de él.] Y todavía ahora sigue existiendo la tribu de los que por éste son llamados cristianos” (XVIII.3.3).

2.  "Ananías era un saduceo sin alma... convocó a los jueces del Sanedrín y trajo ante él a Jacobo, [hermano de Jesús, llamado Cristo] y a otros, acusándolos de haber violado la Ley y los entregó para que los lapidaran." (XX.9.1)

Sobre estos párrafos se ha discutido mucho acerca de si son auténticos o espurios. Comenzando por el primero, en un trabajo publicado por el profesor Dr. Peter KIRBY en 2001, entre 1937 y 1980 hubo 4 autores que consideraron que todo el texto era auténtico, 13 que era totalmente falso y 35 que el texto es auténtico pero con añadidos cristianos. Entre 1980 y 2001, 10 de los 13 libros que han tratado sobre este pasaje consideran que es auténtico pero con interpolaciones cristianas (las indicadas entre corchetes) y 3 que es totalmente falso. Casualmente, esos 3 autores son defensores de la inexistencia de Jesús.

Aporto un enlace en inglés con el artículo del Dr. KIRBY 
En este artículo, se citan de forma exhaustiva los argumentos a favor y en contra del Testimonio Flaviano, por lo que no voy a extenderme mucho y, como no pretendo adoctrinar y quiero que los lectores reflexionéis sobre lo que escribo, os invito a leerlo con atención.

En general, hay consenso en que las frases señaladas entre corchetes son interpolaciones cristianas porque resulta inverosímil que salgan de la pluma de un judío fariseo. Además, Orígenes de Alejandría escribió que Josefo no creía que Jesús era el Mesías (Contra Celso I.47).

La mayoría de los autores, considera que el texto presenta un núcleo auténtico, pues las ideas y el estilo es típico de Josefo y porque así se explica la posterior referencia a un hermano de Jesús. Además, el profesor Dr. Antonio Piñero señala otro argumento interesante:

"Casi ningún investigador menciona el final del texto sobre Jesús que sirve de empalme con el siguiente y que me parece iluminador:

Y por el mismo (tiempo de Jesús) ocurrió otra cosa terrible (héteron ti deinón) que causó gran perturbación entre los judíos (griego: ethorýbeei toùs ioudaíous).

Me parece que esta pequeña anotación es iluminadora. De ella se trasluce que el núcleo del testimonio de Flavio Josefo sobre Jesús estaba dentro de una lista de personajes y sucesos tristes y malos que impulsaron a los judíos a la desastrosa sublevación del 66 d.C.
"

Aunque no soy filólogo, me convence más la hipótesis mayoritaria por varios motivos: me extraña que un cristiano llame a su comunidad "tribu", porque el estilo -según dicen los expertos- es de Josefo y, sobre todo, porque si no hubiese escrito sobre Jesús, Orígenes no hubiese escrito que Josefo no creía que Jesús fuese el Mesías.

Ahora bien, si a un texto de Josefo le han hecho añadidos, creo que también es posible que le hubiesen hecho retoques. Así, creo que, en lugar de decir "era el Cristo", pudo haber dicho algo así como "era llamado Cristo" pues, de lo contrario, no se entiende por qué la "tribu de los cristianos" recibe ese nombre por Jesús.

En cuanto al párrafo sobre Jacobo, el artículo del Dr. KIRBY también contiene todos los argumentos que se han dado a favor y en contra de la autenticidad de la alusión a Jesús. En opinión del autor, un argumento muy fuerte a favor de su autenticidad es que en la literatura de los primeros cristianos sobre Jacobo, a quién llamaban "el Justo", no se le solía mencionar como hermano de Jesús.

Junto a Flavio Josefo, existes otras fuentes no cristianas. Sin embargo, su valor es escaso porque se trata de testimonios indirectos o de textos que demuestran la existencia de cristianos, pero no de Jesús. Veamos estas fuentes:

1. Publio Cornelio Tácito (61-117 d.C.), tratando sobre el incendio de Roma dice:
Para cortar los rumores, Nerón señaló como culpables, y castigó con la mayor crueldad, a una clase de hombres, aborrecidos por sus vicios, a los que la turba llamaba cristianos. [Cristo, de quien tal nombre trae su origen, había sufrido la pena de muerte durante el reinado de Tiberio, por sentencia del procurador Poncio Pilato, y] la perniciosa superstición fue contenida durante algún tiempo, pero volvió a brotar de nuevo, no sólo en Judea, patria de aquel mal, sino en la misma capital (Roma), donde todo lo horrible y vergonzoso que hay en el mundo se junta y está de moda. (Anales XV, 38-44)

En general, se admite que este texto es auténtico, aunque una minoría opina que la frase señalada entre corchetes es una interpolación. Si así fuese, lo único que demuestra el texto es que había cristianos en Roma hacia el año 64 en número suficiente para ser conocidos.

2. Suetonio (muerto en el 160 d.C.)
En su obra Vidas de los Césares, hay dos breves noticias sobre los cristianos: una, en la Vita Claudii (25,4), versa sobre la expulsión de los judíos de Roma en estos términos:
Como los judíos provocaban continuos tumultos a instigación de Chrestus, los expulsó de Roma.
De este testimonio surge una duda: ¿Se refiere a Jesús-Cristo o a un individuo llamado Chrestus o Chrestos? Casi con certeza se refiere a Cristo, pues Tertuliano (160-220 d.C.) dice que los gobernantes romanos pronunciaban erróneamente chrestianus por christianus (Apologético 3).

Por consiguiente, en todo caso puede deducirse del texto que los cristianos existían en Roma en el 41 d.C.

La segunda noticia se encuentra en la Vita Neronis (16,2), donde Suetonio refiere la misma noticia: que los cristianos seguían una nueva y maléfica superstición, que fueron expulsados de Roma por edicto de Claudio (41-54).

Junto a estos, también existen otros testimonios indirectos, como un extracto de una Carta de Mara bar Serapion de valor histórico dudoso y un informe a Trajano de Plinio el Joven en el que trata acerca de los cristianos, pero no sirve de testimonio directo a favor de la existencia de Jesús.

Recomiendo a los lectores la lectura del trabajo antes citado sobre el Testimonio Flaviano y, en cuanto al resto de fuentes no cristianas, para profundizar, la lectura del libro ¿Existió realmente Jesús? 

Saludos cordiales

jueves, 19 de mayo de 2011

¿Existió realmente Jesús? Posturas pseudo-científicas (II): jugando a paralelismos

Hola a todos:

      Sigo exponiendo algunas posturas negacionistas de la existencia de Jesús pseudo-científicas que no pueden meterse en el mismo saco que los negacionistas honrados (Bauer, Drews, etc.)

     Algunos autores esotéricos, sabiendo que a mucha gente le gusta las teorías de la conspiración, han propuesto que Jesús es una copia de personajes históricos. Que yo sepa, se ha dicho que es una copia de Julio César, de mitos egipcios y de Juan de Gamala. Por lo general, la respuesta de los especialistas serios, tanto creyentes como no creyentes, ha sido hacerles el vacío y no responderles por aquello de que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio o, como dijo Groucho Marx, no discutir nunca con un tonto. De estos imaginativos autores, voy a centrarme en dos de ellos, cuyas posturas exponen en el libro colectivo ¿Existió Jesús realmente? mencionado aquí

     El primer autor que voy a comentar de esta línea, para olvidarnos cuanto antes de él, es el italiano Francesco Carotta, autor de un libro titulado Was Jesus Caesar?, en el que defiende que Jesús es una copia de Julio César. Algunos de sus argumentos son:

  • Parecidos históricos: ambos cruzaron un río, fueron traicionados, asesinados y divinizados, etc.
  • Parecidos en algunos nombres en los relatos de César y Jesús: Galia/Galilea y Corfinium/Cafarnaum.
  • Leves parecidos en algunas frases de Jesús y de César. La coincidencia más parecida es la siguiente: Quien no está en ninguna parte, está de mi parte (César) / Quien no está contra nosotros, está con nosotros (Jesús).
     Podría refutarse con muchos argumentos: que muchos parecidos están cogidos por los pelos, que son muchos más los nombres diferentes que los parecidos, que no fueron los únicos personajes en ser traicionados, que uno fue asesinado por el poder y otro estando en el poder, que también podemos encontrar parecidos entre Hitler y Napoleón, etc., etc. En lugar de ello, invito a los lectores a que lean sin intermediarios este resumen de su postura:

     Amable lector/a: te ruego que abras este documento y que vayas a la página 5 del mismo. En esa página podrás leer lo siguiente: "Sin embargo, siguiendo adelante comparando las dos diégesis hasta el fin del EVANGELIO DE MARCOS, se continúa observando los mismos paralelos: A Bitinia corresponde Betania, a Nicomedes Nicodemus, a Mária María, a Casio Longinos el centurión Longinos, etcétera."

    Una vez que has comprobado que no miento, con ayuda de Google, si lo deseas, puedes realizar esta búsqueda. ¿Aparece Nicodemo mencionado en el Evangelio de Marcos? ¿Y el centurión Longinos? ¿Se menciona a este personaje en alguno de los 27 libros del Nuevo Testamento? Si la respuesta a estas tres preguntas es "No", entonces resulta que el autor miente deliberadamente. Solo con esa mentira queda desacreditado su "trabajo".

     En segundo lugar, voy a citar al matrimonio formado por Llogari Pujol y Brigitte Carcenac. Ambos sostienen que Jesús es una copia de relatos egipcios. Un resumen de su obra puede verse en este enlace: http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php/2007/08/03/p109416#more109416. También invito a leer sin intermediarios el capítulo suyo en el libro citado más arriba.

      Puesto que mi tiempo es limitado, no voy a detenerme en su refutación. Me adhiero a la opinión que expresa el profesor Antonio Piñero en las conclusiones de su libro: los paralelismos están cogidos por los pelos. Yo mismo leí Sinuhé el Egipcio, una de las obras que se menciona en el enlace y, por mucho que me fijé, no encontré ninguno de los paralelismos que cita el autor. Otras críticas que pueden hacerse son las siguientes:

  • El autor omite los textos relativos a Jesús que no tienen paralelismo con Egipto.
  • Como se tendrá ocasión de exponer en este blog, ninguno de los evangelios se escribió en Egipto.
  • El autor no da argumentos para desmentir que las enseñanzas y la ética de Jesús tienen un marco claramente judío.
  • No explica satisfactoriamente el surgimiento del Cristianismo y, a diferencia de los negacionistas serios, no propone hipótesis sobre cómo, cuándo y por qué surgió.
    Por otra parte, al leer sin intermediarios el capítulo redactado por Llogari Pujol para ese libro, coordinado como dije por un Catedrático de Universidad experto en Historia del s. I, me llamó la atención que no mencionaba una serie de argumentos que mencionó a un periodista (aporto la entrevista y una refutación). Siendo mal pensado, creo que el autor se daría cuenta de que el editor, siendo experto en la materia, podría darse cuenta de sus falsedades y, por eso, jugar a buscar paralelismos cogiéndolos por los pelos omitiendo las groseras mentiras que dijo en los medios.  

         Saludos cordiales

domingo, 15 de mayo de 2011

¿Existió realmente Jesús? Posturas pseudo-científicas (I): el Jesús cósmico de Earl Doherty

Después de haber hecho un rápido repaso por las posturas de autores que, honradamente, han creído que Jesús (repito, un predicador judío, sin entrar en las creencias particulares de cada uno, que respeto) no existió, vamos a dedicar unas páginas a panfletos que niegan la existencia de Jesús en "trabajos" sin el más mínimo rigor histórico pero que, desgraciadamente, han tenido cierto eco. Comenzamos con Earl Doherty.

       Este personaje se ha hecho famoso gracias a Internet y no se sabe de él casi nada, salvo que es canadiense. En su página web dice que tiene un título (degree) en lenguas clásicas, sin mencionar por qué universidad, lo cual es sospechoso. En alguna web se ha dicho que un libro suyo titulado El rompecabezas de Jesús es una Tesis Doctoral, lo cual es mentira, puesto que no figura en las bases de datos de tesis doctorales de Estados Unidos y Canadá. Su fama, como digo, se debe única y exclusivamente a Internet, pues no hay ningún especialista que lo haya tomado en serio.

Si G.A. Wells dice, como se ha visto, que Pablo habla de un Jesús perdido en un pasado indefinido, Doherty dice en su panfleto que Pablo no conoce nada de un Jesús terrenal sino que habla de un Jesús cósmico y espiritual que no anduvo jamás por este mundo sino que forma parte de un mundo paralelo.

No sé si es necesario que lo refute. Basta con leer sin intermediarios las cartas de Pablo para darse cuenta de esa monstruosidad. Veamos algunas muestras:

·      Pablo dice expresamente que Jesús era un hombre: “Si por el delito de uno solo murieron todos ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un solo hombre Jesucristo, se han desbordado sobre todos!” (Romanos 5:15). “Habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos” (1 Cor. 15:21)
·      Desearía ser yo mismo anatema, separado de Cristo, por mis hermanos, los de mi raza según la carne  -los israelitas-, de los cuales es la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas, y los patriarcas; de los cuales también procede Cristo según la carne” (Rom. 9:2-5). Si Pablo no habla de un Jesús con un cuerpo físico, ¿cómo es que tiene ancestros humanos?
·       Por vuestra parte, os hicisteis imitadores nuestros y del Señor” (1 Tes. 1:6). “Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo” (1 Cor. 11:1). ¿Imitaba Pablo a un espíritu? Es mucho más natural imitar a un hombre terrenal que a un ser celestial.
·      También dice Pablo que Jesús es “nacido de mujer” (Gal. 4:4) y “del linaje (lit. semen) de David según la carne” (Rom. 1:3), lo cual reitera cuando dice "Isaías dice: Aparecerá el retoño de Jesé [padre de David], el que se levanta para imperar sobre los gentiles. En él pondrán los gentiles su esperanza." 
·      Jesús fue crucificado “por los príncipes de este mundo” (1 Cor. 2:8)
·      También resulta curioso que un ser cósmico que nunca ha estado en este mundo tenga hermanos, cene, sea entregado, cuelgue de un madero o sea sepultado”

Al margen de las epístolas paulinas, Doherty también utiliza la anónima Epístola a los Hebreos, argumentando que dice explícitamente que Jesús nunca estuvo en este mundo sino que ha de venir cuando dice: que "Pues todavía un poco, muy poco tiempo; y el que ha de venir vendrá sin tardanza" (Hebreos 10:37)

Utilizar esta cita como argumento es pura manipulación o pura ignorancia, pues está claro que el autor se refiere a una segunda venida, ya que en el mismo texto se dice "Y del mismo modo que está establecido que los hombres mueran una sola vez, y luego el juicio, así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez = para quitar los pecados de la multitud, = se aparecerá por segunda vez" (Hebreos 9:37-38a).
 
Además, existen otros versículos que muestran claramente que el autor de Hebreos piensa en un Jesús terrenal: 
  •   "El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarle de la muerte..." (Hebreos 5:7) 
  •    “Los cuerpos de los animales, cuya sangre lleva el Sumo Sacerdote al santuario para la expiación del pecado, son quemados fuera del campamento. Por eso, también Jesús, para santificar al pueblo con su sangre, padeció fuera de la puerta. Así pues, salgamos donde él, fuera del campamento, cargando con su oprobio” (Hebreos 13:11-13)
 
La actitud de Doherty hacia estos versículos varía. En unos casos, no los menciona, bien porque los ignora, bien porque no le conviene.

       En otros casos, adopta una táctica huidiza refugiándose en expertos que no menciona (el que no mencione nombres de quienes pueden avalar sus opiniones es altamente sospechoso). Por ejemplo, con relación a los “príncipes de este mundo” dice que “la mayoría de los académicos concuerdan en que él no se está refiriendo a legisladores temporales sino a las fuerzas espirituales y demoníacas”. Sin embargo, no cita ni un solo académico que defienda esta retorcida interpretación. Si su “trabajo” fuese un estudio serio, esta frase debería ir acompañada de una nota a pie de página para apoyar esa afirmación.

También recurre a interpretaciones fantasiosas para hacer decir a los textos lo que no dicen, diciendo, por ejemplo, que términos como "hermano" no deben interpretarse en el sentido usual o que la alusión a que Jesús fue matado fuera de la puerta, se refiere a una ciudad espiritual porque no se menciona el nombre de la ciudad (dando por hecho que sus lectores ignoran que Jerusalén era la única ciudad en la que los judíos realizaban los sacrificios). Esa actitud me recuerda a la excelente parodia de las sectas de Les Luthiers titulada El Sendero de Warren Sánchez, en la que se dice: “Habiéndosele presentado un pobre hombre presa de la confusión y habiéndole preguntado a Warren: "Hermano, ¿cuál es el verdadero sentido de la vida?" Warren respondiole: "El sentido de la vida te lo diré en tres palabras: Yo qué sé". ¿Qué nos quiso decir Warren con eso? Analicemos la frase. La palabra “yo” – ego – parece indicar egoísmo, soberbia. Lo que pasa que Warren lo usa por oposición, o sea humildad. O sea que cuando Warren dice “yo” quiere decir “humildad”. Entonces dice “Yo qué se”, o sea “Yo que sí se”, entonces Warren conoce el sentido de la vida pero, por humildad, ¡no lo quiere decir!”

En definitiva, se trata de un bodrio que no hay por dónde agarrarlo y que está pensado para engañar a quienes se creen cualquier cosa sin contrastarlo. Lamentablemente, en varios foros y páginas webs he podido leer a muchos que utilizan su obra como una referencia y, ante los argumentos en contra, se escudan mostrando en Doherty una fe igual o mayor a la que los ateos dohertianos reprochan a los creyentes.

Saludos cordiales, 

sábado, 14 de mayo de 2011

¿Existió realmente Jesús? Negacionistas serios: el Jesús mítico

Como dije en el artículo anterior, vamos a comenzar exponiendo a autores negacionistas serios. Para ello, me voy a basar en un Curso de Verano organizado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en agosto de 2007 cuyas actas están publicadas en un libro titulado ¿Existió Jesús realmente?, cuya lectura recomiendo

El libro en cuestión está coordinado por el profesor Dr. Antonio Piñero, Catedrático de Filología Neotestamentaria de la UCM, quien escribe la introducción y las conclusiones. En esta página web puede leerse el índice, la introducción y el primer capítulo: http://www.antoniopinero.com/ficha-libro/existio-jesus-realmente.html

Resumo las posiciones de los autores negacionistas:

1. Bruno Bauer (1809-1882)

Considera que el evangelio más antiguo, el de Marcos, no es una fuente fidedigna porque no procede de un testigo ocular sino de alguien que habla de oídas.

Estudiando el bautismo de Jesús por Juan Bautista, extrae la conclusión de que no pudo tener lugar tal y como relatan los evangelios, por lo que niega este hecho y, a continuación, va negando otros hechos (milagros, transfiguración, etc.) hasta llegar a la negación del personaje.

2. Arthur Drews (1865-1935)

Se basa en la existencia de paralelismos entre las creencias cristianas y otras religiones, argumenta que Pablo no conoce nada de la vida de Jesús y que los evangelios no reflejan otra cosa que el mito de un dios hombre. El análisis de Drews se basa en las contradicciones e inconsecuencias de los Evangelios, lo que demuestra su carácter mítico y considera que Jesús es un mito construido en torno a Josué.

3. John Mackinnon Robertson (1856-1933)

Su pensamiento que puede resumirse, al igual que Drews, en la idea de que Jesús es un mito construido en torno a Josué, quien formaría parte parte de una galería de dioses de carácter solar. Robertson analiza particularidades de la supuesta vida de Jesús y extrae conclusiones significativas: un solo ejemplo, la identidad solar de Jesús se demuestra porque nace en una cueva y es enterrado en otra lo que prueba que Jesús es pensado como Mitra, nacido de la roca. Otro ejemplo, el colegio de los doce Apóstoles está inventado sobre los doce signos del zodíaco. Por otro lado afirma que los evangelistas se inspiraron en la vida de Apolonio de Tiana para rellenar el mito de Jesús.

4. Prosper Alfaric (1876-1955).

Igual que Robertson estudia los posibles paralelos a un mito de Cristo y luego analiza los testimonios cristianos y no cristianos que puedan dar fe de la existencia real de Jesús. Afirma que los testimonios no cristianos (Flavio Josefo, Suetonio o Tácito)  no valen para probar la existencia real de Jesús y que los evangelios tienen nulo valor histórico por su inconsistencia y sus contradicciones. Tampoco le ofrecen garantía histórica ninguna las epístolas paulinas. En conclusión, la personalidad de Jesús no es más que un mito.

5. George Albert Wells (1926-).

Wells es casi un remedo de la posición de Robertson y Alfaric puesto que rechaza todo valor histórico de las fuentes no cristianas sobre Jesús así como la literatura cristiana contaminada por la creencia previa en Jesús.

 Pablo, que escribió antes de que existiera cualquier evangelio, presenta un Jesús que es sólo una figura en la penumbra de un pasado indefinido.

 Concluye que la existencia histórica de Jesús ni siquiera está corroborada por los propios escritos cristianos, a excepción de los Evangelios. Pero las inconsistencias y contradicciones de estos, los invalidan como fuente histórica.

Para ampliar información, recomiendo leer sin intermediarios el libro citado al principio de este artículo. Un resumen más amplio de lo que hoy presento puede leerse en estas webs:


Junto a estos autores, hay también otros negacionistas, pero no aportan nada nuevo sino que divulgan las teorías expresadas por los que he citado, por lo que creo que no merece la pena detenernos en ellos.

       En los siguientes artículos pasaremos a ver panfletos pseudo-científicos de negacionistas esotéricos y conspiranoicos.

jueves, 12 de mayo de 2011

¿Existió Jesús realmente? Introducción

A juzgar por lo que uno puede leer en varios foros y páginas webs, hay muchas personas que dudan o niegan que Jesús de Nazaret haya existido. Por lo tanto, un blog que trata sobre el origen del Cristianismo, conviene que comience por esta cuestión.

Cuando alguien escucha o lee algo, puede:

·         Creérselo o no creérselo (A)
·         Buscar por su cuenta para formarse una opinión a favor o en contra (B)
·         Pasar olímpicamente del tema (C).

La opción más científica es la B. Sin embargo, como dijo Einstein, todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos las mismas cosas. Por lo tanto, por falta de tiempo o por ignorancia, uno no puede investigar por su cuenta todo lo que escucha o lee, por lo que todos formamos parte algunas veces algunas veces del Grupo A o C.

A la hora de realizar un acto de fe, uno puede creer en la opinión “oficial” o mayoritaria de los científicos (Grupo A1) o bien puede creer todo lo contrario (Grupo A2), pensando en teorías de la conspiración. El que la gente se crea lo que dicen libros de poca calidad como El Código da Vinci, las cadenas con bulos que circulan por Internet o el hecho de que millones de estadounidenses se crean que Obama es musulmán, permite ver que son muchos los que creen cualquier tontería que leen sin planteárselo, simplemente por lo atractivo que resulta pensar en una verdad oculta por obra de una grandiosa conspiración.

En esta serie que iniciamos hoy acerca de la existencia o no de Jesús de Nazaret como personaje histórico, el autor desea que los lectores formen parte del Grupo B y que investiguen por su cuenta, motivo por el cual voy a facilitar obras y enlaces de consulta.

Jesús, es considerado Dios por una amplísima mayoría de cristianos (hay confesiones cristianas minoritarias que no lo consideran Dios), un profeta por los musulmanes y bahaíes y, en fin, un hombre normal por judíos, miembros de otras religiones y no creyentes. Lo que vamos a tratar aquí es si en el Siglo I existió o no un predicador judío llamado Jesús que esté en la base de lo que hoy llamamos Cristianismo. Si ese hombre es Dios, un profeta o un simple mortal, queda reservado a las creencias de cada uno, que respeto.

En primer lugar, expondremos de forma aséptica opiniones en contra de la existencia de Jesús de algunos pensadores del Grupo B, que han reflexionado sobre el tema para concluir que Jesús no existió. A continuación, expondremos y refutaremos algunos autores de panfletos escritos o audiovisuales pensados para encandilar a gente del Grupo A2 que cree cualquier tontería sin pararse a pensar. Una vez expuestas las teorías negacionistas, veremos qué piensan autores del Grupo B que, tras un estudio, concluyen que Jesús existió.  

Quizás algún amable lector espere que se demuestre científicamente la existencia o no de Jesús. Lamentablemente, me temo que no es posible. Cito unas palabras del historiador Bart EHRMAN:

Permítanme empezar por explicar en palabras sencillas qué hacen los historiadores. Los historiadores tratan de reconstruir, como mejor pueden, lo que probablemente sucedió en el pasado. En realidad no podemos conocer el pasado porque ya no está. Creemos saber lo que sucedió en ciertos casos porque tenemos buena evidencia, pero en otros casos no sabemos, y aún en otros sencillamente tenemos que levantar las manos con desesperación. Es relativamente seguro que Bill Clinton ganó las elecciones de 1996. Está un poco menos claro quién ganó las siguientes. Es bastante claro que Shakespeare escribió sus obras, pero existe algo de controversia. ¿Por qué? Fue hace cientos de años, y surgen diferentes opiniones de los expertos. Es probable que César haya cruzado el Rubicón, pero no tenemos el testimonio de muchos testigos oculares. Los historiadores tratan de establecer niveles de probabilidad de lo que sucedió en el pasado. Algunas cosas son absolutamente ciertas, otras son probables, algunas son posibles, de otras decimos “quizás” o “probablemente no”.  

Por lo tanto, de lo que se trata es de ver qué es más probable, si la existencia de Jesús o la inexistencia. ¿A quién corresponde la carga de la prueba, a quién afirma o a quién niega? La respuesta es muy sencilla: a ambos por igual. Tenemos un hecho indiscutible: el Cristianismo. Quien considere que el Cristianismo nació sin Jesús, debe intentar demostrar que esa opción es más probable que la de un Cristianismo con Jesús.

Saludos cordiales